Un Rabal para pasarlo de ‘miedo’
- 2 noviembre, 2013
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El barrio del Rabal de Villena sufrió una gran transformación en la noche de Todos los Santos. Sus sinuosas calles, sus recovecos, sus pronunciadas escaleras fueron el escenario de niñas poseidas, tribús de canibales, espantapájaros, un cementerio, demonios y mucha sangre. Un susto en cada esquina les esperó a las cerca de 700 personas, que pasearon por las vías más antiguas de la ciudad, dispuestos a pasarlo de miedo.
Cien actores aficionados transformaron las calles cercanas al castillo de la Atalaya en un pasaje del terror. Con las luces apagadas, y en grupos de 20 personas guiados por un fraile con antorcha, unas 700 personas tuvieron la oportunidad de acceder al circuito, que se inició en la plaza de Biar y finalizó en las escaleras de la calle Santa Bárbara. Cerca, en la plaza Mayor, la fiesta de la noche de difuntos se llenó no sólo de los valientes que pasaron por el pasaje del terror, sino de centenares de vecinos, algunos de ellos con los disfraces oportunos para una noche de halloween.
La actividad, que en tan solo dos años de vida, es una de la más esperadas, sobretodo por los jóvenes, partió del grupo “Las Pencas de la Laguna y los Nabos del Pinar” que les propusieron, a los vecinos del Rabal montar una fiesta de Halloween. Así nació el peculiar pasaje del terror de Villena. La respuesta, en la primera edición, fue masiva pero este año ha superado todas las espectativa. El presidente de la asociación de vecinos del Rabal, Pepe Cabanes, que “esto es un síntoma de que el barrio está en plena recuperación”. Además señaló que “las noticias del pasaje han llegado hasta Alemanía donde un medio de comunicación nos ha pedido información acerca de la actividad”.
Más de uno se quedó sin poder acceder al circuito. La venta de entradas sobrepasó todas las espectativas, con colas de más de cuatro horas y media para conseguir una. Asimismo un grupo de jóvenes que se habían quedado sin ellas en la venta anticipada se apostaron en la plaza de Biar a las ocho y media de la mañana para conseguir el billete de acceso en la taquilla, que se abrió al filo de las ocho de la noche de ayer noche, con las cien últimas. Por otra parte, las setenta que se pusieron a la venta por internet se agotaron en 20 minutos. En total se vendieron cerca de 700 entradas de las que su beneficio, después de cubrir gastos, se destinará a la Asociación de Enfermos de Cáncer de Villena.
Medidas de seguridad
El pasaje del terror de Villena, a pesar de ser un circuito al aire libre, también ha sufrido las fuertes medidas de seguridad que se han requerido para este tipo de actividades, después de lo acontecido el año pasado en la fiesta de Madrid Arena. Cabanes indicó que “hemos tenido que contratar dos ambulancias y poner guardías jurados en algunas bocacalles”.