Señor, si señor
- 21 agosto, 2025
- Comentarios
Con la llegada de Agosto algunos clubes deportivos empiezan la pretemporada, un buen organigrama, infinidad de reuniones repletas de buenas intenciones y mucha ilusión, hasta ahí todo bien, estaremos de acuerdo, pero en pocas ocasiones se piensa en lo realmente importante que es el equipo humano.
Cualquier club en etapas de formación debería de preocuparse más por su equipo de trabajo que del diseño de las camisetas y politiqueos deportivos varios. Si nos centramos en categorías de formación al final de lo que se trata es de formar a personas, proporcionando una experiencia gratificante y enriquecedora, ahí es donde es vital la labor de los entrenadores.
Algún que otro entrenador se ha pensado que es el Sargento Hartman en la película “La chaqueta metálica”, tristemente todavía vemos en muchos clubes a esos entrenadores llenos de testosterona, queriendo marcar territorio desde el primer día de la pretemporada, dejando claro quien es el que manda con gritos insultos y aspavientos cada vez que el deportista comete un error. En su ignorancia con este comportamiento lo único que están evidenciando es una carencia de formación y educación.
Los entrenadores somos catalizadores de emociones, gestores a nivel grupal e individual con una misión muy clara, proporcionar una experiencia lo más gratificante posible, de este modo habrá proyecto. La idea es que ese niño, adolescente o adulto priorice la práctica deportiva y vaya con ilusión a los entrenamientos, estaremos contribuyendo a un estilo de vida saludable en el presente y en el futuro por los hábitos que están adquiriendo. Eso no quiere decir que no puedan tener idas y venidas por cargas de estudios o circunstancias personales, pero siempre serán más autónomos y proactivos a la hora de volver.
Al final para cualquier entrenador tener una buena relación con el grupo que gestiona es algo bonito porque es un boomerang que llega en forma de motivación, empujándole a seguir remando para que el barco llegue a buen puerto.
Recuerda, todo deportista necesita a veces un toque de atención para que despierte en forma de motivación, hasta ahí estamos de acuerdo, pero siempre con respeto y cariño, la frustración y los problemas que cada uno pueda tener se tienen que quedar a un lado. Piensa que para ellos esa etapa no vuelve, igual que nosotros tuvimos la nuestra, intenta que tengan un buen recuerdo no sólo por lo que haces, sino como lo haces.