La ilusión de un pueblo…no tiene precio

Hace tiempo que superamos el debate de plaza sí o plaza no. Ahora es plaza sí o sí pero está comprobado que el villenense  por naturaleza es un ser crítico al que le gusta darle vueltecicas de tornillo a todo. Estamos a un tris de tener el megamonumento plurifuncional que toda capital de provincia ansiaría y aún dudamos. Menos mal que el PP está siempre al quite y no deja que nos invada la duda como a Santo Tomás. ¿Qué no vais a tener plaza de toros? Venga ya, pues mirad esto. Y tachan, tachan se abre el telón y aparece la maqueta de la plaza de toros. ¡Ala, qué pasada! Ya nos la vemos hecha. ¿Qué puede importar si la maqueta ha costado cuatro o cinco? La ilusión de un pueblo no tiene precio. Diecisiete meses, mes arriba o abajo es lo que le han calculado a la realización del edificio. Y ya vuelven los incrédulos a poner el dedo en la llaga. Venga, señores, un poquito de paciencia que el mundo no se hizo en siete días…¿o era que sí?.  

Con el importe simbólico de la factura de la maqueta tapaba yo dos o tres agujericos pero hay que pensar en el interés general y el interés general está ahora en la plaza. Maqueta aquí y murito allá y las tensiones del PP olvidadas por la ciudadanía. Del asunto del “yoyas” ¿quién se acuerda ahora? ¿quién va a ir a tocarle los pinrreles con aquello ahora que su realidad virtual se ha hecho maqueta? 
Pero la oposición está guerrera y no cesa en su intento de minar la gestión del PP en el Muy. Chicos malos  que andan preguntándose por la ubicación del Nuevo Palacio de Justicia, aquel del que jamás se supo y del que sólo se acuerdan unos cuantos funcionarios del juzgado que guardan los expedientes en un baño  y los  profesionales del derecho que se molestaron en expresar su inquietud por el traslado del palacio más allá de las vías del tren. Estos chicos malos de la oposición que dicen que la piscina cubierta es piscina cubierta y no centro deportivo como anunciaba a boca llena el señor concejal, otro buen ilusionista.  Chicos malos que acusan al señor  Abellán de dejadez en la gestión de la  KAKU. Chicos malos  que se echan las manos a la cabeza por un murito de nada que hace inaccesible la accesibilidad. 

No es para tanto lo del muro. El perjuicio estético igual tiene arreglo con un buen trencadisc. Y oigan, la vida es riesgo. Algo de aventura y emoción tenía que haber para los usuarios del CEAM y usuarios de  carritos. Si lo quieren fácil usen sólo la acera de la izquierda para venir. Si quieren darle emoción vengan por la de la derecha y  bajen las cuatro escaleras  que lo único que puede pasar es que dé usted con los piños en el suelo. Y si lo de las escaleras es demasiada emoción para usted sólo tiene que bordear el muro y así tan sólo correrá el riesgo de que algún coche se lo lleve por delante. 

¿Y qué sabrán los vecinos sobre las aguas torrenciales? Eso es cosa de los técnicos.

¿Que para qué sirve el  muro? Yo lo tengo clarísimo. Para que los incrédulos y los opositores nos demos de coscorrones, cual muro de las lamentaciones. Por si no nos queda otra.