Evitemos una desgracia

  • 5 noviembre, 2021
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Evitemos una desgracia

Los niños son un valor a proteger, aunque a veces por ser los más despreocupados (y con menos peso en el voto activo, no nos engañemos) hacen que nuestras autoridades no les dediquen el cuidado que merecen. 

Para muestra un botón (pongo este ejemplo porque lo vivo a diario, supongo que pasará en más colegios): cansados estamos en las inmediaciones de La Celada de sortear coches en doble fila en las calles que llegan hasta el centro. Coches que aparcan tarde, mal y rápido, sin respetar ni espacios ni aceras que no están allí para ser pisadas por los automóviles, sino por las personas. Muchas de estas personas son niños, abuelos y carritos de bebés. Todos deben ir por la calzada, con el riesgo que esto implica para ellos, para unos por ser pequeños y a veces distraídos y para otros porque no disponen de la movilidad de un joven.

Más de un padre preocupado como yo, ha intentado la opción de la llamada a la policía local en varias ocasiones, recibiendo respuestas tales como que el cambio de turno es a las 14 horas y que si van a dar una vuelta por allí tendrán que hacer el parte y saldrán tarde de su trabajo. Importante problema este, esperemos que en el cambio de patrulla no ocurra una desgracia en Villena, o un robo, o mil cosas más que se me ocurren…

También el mismo agente nos aconseja que hagamos una asociación los padres y nos dirijamos al concejal de urbanismo. Esta queja desde luego será trasladada tanto al AMPA de La Celada como al Consejo Escolar, para que sea comunicada al concejal, al alcalde o a quien corresponda. Aunque, por experiencia, me temo que llegan mejor los mensajes cuando son públicos, a pesar de no enviarse por un canal oficial.

Nada es más triste que el fallecimiento de un niño o una niña. Esta semana hemos conocido que en Madrid desgraciadamente este caso se hacía trágica realidad en un centro escolar. Esto parece que nos queda muy lejos, pero nuestros pequeños entran, salen, corren y juegan a las puertas de un colegio mínimo 2 veces al día, con coches que van y vienen por donde deben y por donde no, generando un peligro que nuestros hijos no merecen, sólo van a su ‘trabajo’ diario, educarse. Son ciudadanos como cualquier adulto, más importantes diría, son nuestro FUTURO. Cuidémoslos, evitemos una desgracia.

M.H.

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