El pasodoble ‘La Entrada’ en los Goya

El pasodoble de “La Entrada” de Quintín Esquembre, que abre el primer desfile de los moros y cristianos de Villena, ha conseguido con la película “Blancanieves” entrar de lleno en el universo del celuloide patrio. El pasado domingo en la Gala de los Goya del cine español, sus compases iniciales fueron una de los  notas más escuchadas en el Centro de Congresos Príncipe Felipe.
La película de Pablo Berger logró que, en al menos diez  ocasiones, sonase la partitura del maestro villenense, cada vez que la cinta en blanco y negro y muda se llevó una estatuilla. Los diez Goyas que logró  “Blancanieves” fueron:  Mejor Película, Mejor Interpretación Protagonista Femenina (Maribel Verdú), Mejor Actriz Revelación (Macarena García), Mejor Guión Original, Mejor Dirección Artística, Mejor Diseño de Vestuario, Mejor Canción Original, Mejor Música Original, Mejor Dirección de Fotografía y Mejor Maquillaje y/o Peluquería.
El pasodoble  aparece en la película en el momento en que los toreros realizan el paseillo por la plaza. Alfonso Villalonga el autor de la banda sonora escogió los acordes de una pieza del universo taurino para dar sonido a una película muda, y con un argumento de cuento de los hermanos Grimm pero trasladado al sur de la España de los años 20.
Este pasodoble, uno de los favoritos del mundo taurino, seguramente por lo que fue escogido para darle unos toques a la banda sonora de “Blancanieves”, fue escrito hace cerca de un siglo por Quintín Esquembre para que los jóvenes músicos de la Banda Municipal de Villena pudieran abrir el desfile principal de las fiestas de Villena, La Entrada y de ahí su nombre.
Ya lo contó el nieto del compositor, Roberto Ortíz, a este diario “más de un amigo me ha hablado del pasodoble taurino de mi abuelo y siempre le tengo que explicar que lo escribió para el primer desfile de Moros y Cristianos de Villena, de su pueblo”.
Pero el pasodoble de Quintín Esquembre creado en 1922 es en Villena más que un himno de las fiestas de moros y cristianos, se ha convertido, a lo largo del tiempo, en toda una enseña de la ciudad y pertenece con fuerza a su acervo popular. Difícil es encontrar a un vecino en la ciudad que no sepa tararear el pasodoble, que en la noche del domingo anunció que “Blancanieves” contaba con otro galardón en la noche del cine español.