Veinticinco años no son nada

Efectivamente, parece que veinticinco años no son nada, o es lo que a mí me ha parecido al ver el desarrollo de esta últimas Fiestas en las que se conmemoraba el 25 aniversario de la salida legítima de la mujer en estas.

Somos una sociedad olvidadiza y poco agradecida, y el no tener las cosas claras hace a veces retrocedamos en avances sociales a los que no les damos la suficiente importancia; y me cabrea que estos pasos atrás coincidan, en demasiadas ocasiones, con avances referidos a la mujer.

No soy festera saliente, pero me gustan las Fiestas y he visto -a lo largo de los años- celebraciones de las distintas comparsas y escuadras por sus muchos años desfilando, sin ir más lejos el año próximo Los Piratas celebran su 75 aniversario; ¡es al año que viene!, pero este ya lo vienen anunciando. ¿Es menos importante haber conseguido el mismo derecho que cualquier hombre para toda mujer que así lo deseara?

Somos muy desagradecidas las personas. Cuando se consigue un derecho social, se consigue para toda la sociedad; no quiero entrar en polémicas, pero el derecho al aborto, no me obliga a abortar pero me ofrece la libertad de poder hacerlo con libertad y dignidad. No soy festera saliente, como ya he dicho antes, pero gracias a aquella “Sentencia favorable para la participación de la mujer en las Fiestas” hoy, y ya muy lejos de aquella edad casi adolescente con la que hace veinticinco años las chicas debían abandonar los desfiles, tengo plena libertad – si así lo deseo- de apuntarme y participar en las Fiestas de Moros y Cristianos de mi ciudad.

Hace 25 años, y algunos más, un grupo de mujeres convencidas de formar parte de pleno derecho de esta sociedad democrática casi recién estrenada, consiguió que la sociedad villenera diera un paso hacia adelante en lo que se refiere a la Igualdad. No creo que lo hicieran por las Fiestas, lo hicieron en pro de una sociedad mejor, porque una sociedad que respeta a todos sus individuos de forma igualitaria es una sociedad sana, libre, respetuosa. Existen unos derechos, los “Derechos Humanos”, que debiéramos tener grabados a fuego en nuestras conciencias y que -tristemente- olvidamos con demasiada facilidad. Se que las personas nacemos libres e iguales y que vamos perdiendo los derechos conforme vamos creciendo; según en qué lugar del mundo hayamos nacido, si somos hombres o mujeres, si somos blancos o amarillos…

Hace 25 años yo estaba casi en la misma tribuna en la que estuve el pasado día 5, expectante, nerviosa, iban a salir las mujeres y yo tenía sentimiento encontrados con respecto a esto. Acababa de vestir a mi hermana y verla pasar…, ustedes comprenderán, no tengo palabras; además de cabo y -no es pasión de hermana, lo aseguro- una de las mejores cabos que han tenido las moras y tendrán en muchos años. Finalizada la Entrada -que no duró el doble de tiempo que el año anterior- mi amiga del alma y yo coincidimos en que había sido una Entrada espectacular, nos sentíamos orgullosas de nuestras mujeres villeneras.

Y esto, ¿no merecía alguna alegoría?

P.D. Es evidente, pero quiero aclarar que lo que aquí expongo son pensamientos y sentimientos única y exclusivamente míos y de nadie más.