Un pregón reivindicativo para el 25 aniversario de la mujer en la fiesta

  • 7 septiembre, 2012
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Isabel Rodes, la pregonera de 2012, inició su pregón felicitando “a todo el pueblo de Villena porque hace 25 años se hizo más democrático al extender a la mitad de sus habitantes, las mujeres, el privilegio de participar con todos los derechos y deberes en cualquier actividad festera sin excepción”.

La Plaza de Santiago rebosaba de festeros espectantes ante el discurso que marca el inicio de las fiestas de moros y cristianos, en el día cinco de septiembre, una jornada por ser la primera, especialmente emotiva para todos los que por la tarde  lucieron sus mejores galas.

Rodes basó su pregón en una reivindicación, que hace 25 años logró que las mujeres de Villena pudieran participar como socios en las comparsas, derecho antes vetado a la mitad de la población.

La pregonera echo la vista atrás para recordar como “eran tiempos difíciles, todos los cambios lo son, y por eso no hubo más remedio que denunciar los Estatutos, entonces vigentes, como anticonstitucionales. En uno de sus apartados establecía que sólo “los varones de buenas costumbres” podían ser festeros de pleno derecho, por eso las niñas en cuanto entraban en la pubertad debían abandonar sus escuadras y situarse en los balcones o en las sillas como meras espectadoras”. Rodes concluyó que “la única opción que les quedaba para participar era siendo Madrinas o Regidoras mientras sus hermanos y amigos seguían desfilando”.

Algo frios dejó a los festeros presentes en la plaza, un pregón que relató las vicisitudes legales que consiguieron que las mujeres desfilasen en los moros y cristianos, pero al que le faltó algo de la emoción.

Rodes cerró con un llamamiento que arrancó el aplauso del público, animándoles a vivir la fiesta con las palabras: “y ahora sí, que empiece la Fiesta, que tomemos las calles y disfrutemos de estos días de júbilo que desde hace 25 años pertenecen a todo el pueblo de Villena”.

Invitadas de honor

Frente al balcón del Ayuntamiento desde donde se pregonan las fiestas, un grupo de mujeres vivia de manera especial ese momento. Ellas eran quienes pidieron a Isabel Rodes que interpusiera el contencioso contra la Junta Central de Fiestas para que se eliminase de sus estatutos la formula de “varón de buenas costumbres”.

Entre ellas se encontraban la abogada que defendió el caso en los Tribunales, María Gallar, la entonces edil de Fiestas, Leonor Serrano, y representantes del Grupo Feminario de Alicante, del Colectivo de Mujeres Luna, de las Almohades o de la escuadra de Nazaríes.

Algunas integrantes de las “Almohades” enseñaban su carnet de socias de una comparsa, creada por mujeres, pero que nunca llegó a participar en la fiesta al existir hace más de dos décadas la imposiblidad reglamentaria.

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