Toda fuerza tiene una contraria que contrarresta su potencia

  • 5 agosto, 2021
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Toda fuerza tiene una contraria que contrarresta su potencia


Colectivo de afectados por urbanismo

Toda fuerza tiene una contraria que contrarresta su potencia de salida inicial.

Según el uso para el que queramos usar ese empuje, puede ser que la existencia de su opuesta sea no solo deseable, sino necesaria.

Todo depende como decíamos en el párrafo anterior, de por qué motivo queremos hacer uso de ella.

En la realidad actual muchas personas empujan para generar riqueza, eliminar desigualdades y favorecer las oportunidades para los que peor lo están pasando. Esas personas son los que ahora llamamos emprendedores, gente con ideas y a veces incluso personas desesperadas por sacar a su familia a flote.

Ante eso se opone otra fuerza que es la que pone todas las trabas posibles para que eso no sea posible. Esta fuerza la ostentan personajes que dentro de la estabilidad que proporciona el respaldo de lo público, fuerzan la burocracia ya de por sí pesada, para ponerse al lado de su versión más insolidaria y demostrar no solo la fuerza que tiene sobre el resto de la sociedad, sino también demostrar el mal que puede hacer y lo poco que le importa los resultados de sus acciones.

Estos sujetos representados por lo más oscuro del funcionariado, y apoyado por la peor clase de políticos que acuden a la vida pública a evidenciar ese poderío, son la fuerza que frena el avance que la parte positiva de la sociedad propone.

Realmente esta gente negativa que puja fuertemente por ocupar las instituciones, demuestran habitualmente no tener conciencia, pues no les preocupa la responsabilidad de sus actos, y se diría que disfrutan con el poder que temporalmente van a ejercer, sin importarles de lo que al día siguiente de ser relevados la historia y el pueblo apunte sobre ellos la culpa de las oportunidades perdidas.

No sé si el ver destrozada a la sociedad, mientras ellos viven de lo público que es donde tarda más en llegar la crisis les excita o simplemente piensan que si empobrecen al resto ellos proporcionalmente serán más ricos.

Políticos que dejan pasar las legislaturas como si de dictaduras de 4 años se trataran, que no saben o no quieren gestionar lo que sucede en los ayuntamientos u otros organismos que se comprometieron a mejorar, no digo yo que fueron los que generaron el virus del covid, pero están generando otro mal que también provoca dolor, muerte y que a diferencia del anterior parece no tener vacuna.

Todo ello lo escribo por incidir en la postura insolidaria de nuestro ayuntamiento, que mientras genera desde su departamento de urbanismo el mayor sufrimiento que puede, no concediendo licencias para empresas, ni para ascensores (atacando la movilidad), de construcción de viviendas nuevas y provocando dramas humanos e individuales sin demostrar ganas por solucionarlo, también evita reunirse con los afectados.

Mientras tanto arengan a sus palmeros para que les ayuden a ocultar el verdadero problema, y les animan a que pongan de relieve la importancia de planes de ayuda que lo único que persiguen es alargar la agonía y la dependencia de lo privado sobre lo público.

El daño que han provocado, continúan provocando, y provocará a nuestra ciudad, no solo es evidente en el actual colectivo al que pertenezco, es tan grande que lastrará a esta generación.

Pues la mala ejecución de proyectos, y la burla constante de los que se atreven a valorar los pliegos que los ciudadanos ponemos en sus manos, se contradice con la calidad de su trabajo en demasiadas ocasiones.

Espero que a corto plazo tengan que dar explicaciones de los resultados de las actuaciones que ellos realizan.

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