Tenemos o no tenemos

¿Cómo no vamos a hablar de fútbol? Estamos en verano y en verano apetece lo refrescante y este verano el aire fresquito lo ha traído la selección de fútbol española; ojito que algunos han puesto el grito en el cielo por aquello de “la roja”. ¿Qué nos importan a nosotros  los miles de euros que a cada jugador se le han endosado por el triunfo? A nosotros lo que nos gusta es el fútbol y haber sudado la camiseta en casa como si hubiéramos estado en el campo; y ver a los jugadores con sus familias, sus novias de siempre o de hace un poco,  su buen rollito, los homenajes a los amigos que nos dejaron. Nos encantan los besos sinceros, mire quien mire. Nos gusta saber que esos “seleccionados” nacieron en un pueblo chiquitín que ahora les idolatra; nos gusta sentirlos cercanos, lejos de las figuras galácticas que normalmente no saben ni papa de español. Nos emociona que Su Majestad la Reina sea tan campechana que no le importe verle los gayumbos a los triunfadores, que no le importen los calcetines sudados y el aroma a humanidad triunfante. Nos gusta que el Príncipe y Leticia celebren amorosos en el palco las jugadas, que manden sms. Nos gusta ver que Leti, en cuanto le dan un poco de cancha saca de su interior más profundo la periodista que lleva dentro y deja a La Familia con cara de Borbones. Nos encanta ver los balcones plagados de banderas nacionales porque mira por donde nos hemos quitado todos  los complejos de golpe. Nos llenamos la boca proclamando que somos españoles y exhibimos orgullosos nuestro emblema nacional. Los españoles somos así, peritita espontaneidad: ningún amor a la bandera cuando nos obligan a amar la bandera; el amor a la bandera, está demostrado, sólo necesitaba tiempo, mucho deporte y sobre todo mucho fútbol y mucha selección. Nos gusta todo eso, así que no me cabe la menor duda de que seguiremos hablando del triunfo futbolístico de España durante todo el verano, al menos.  

Pero es  lo normal porque si miramos para otro lado, ¿qué tenemos?  Tenemos a un juez que en su carrera de Villena-San Vicente con destino Orihuela ha destapado lo que los villenenses ya veníamos diciendo tiempo ha: que las basuras huelen mal. Tenemos a gente que dice que lo de la detención de Ripoll fue una maniobra orquestada por el gobierno para difuminar las explicaciones de D. Zapatero sobre la presidencia europea; ergo el éxito de la selección pudo ser una maniobra del PP para tapar el revuelo de la corrupción. ¿He dicho ya lo de las basuras? Tenemos el Ayuntamiento cada vez menos ayuntao, tenemos las tortillas envenenadas, ¿tenemos pelotazo?, ¿tenemos al PSOE? No tenemos soterramiento ni alejamiento; tenemos una nueva víctima. Cómo dicen los que hablan con cara de haberlo visto todo…”tenemos lo que nos merecemos”  

La fuente de la Plaza del Rollo se ha quedado para la celebración de los éxitos futbolísticos, pero¿ no hay otra fuente en Villena donde podamos acudir los villenenses a escupirles a nuestros políticos las verdades a la cara y a gritarles nuestra decepción? ¿Qué fue de la “fuente los burros”? ¿Tenemos lo que nos merecemos? ¡Tenemos cojones!