Multitudinaria inauguración del paseo Chapí
- 3 marzo, 2010
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Cientos de ciudadanos se han dado cita en la reinauguración del paseo Chapí.
Tras más de seis meses de trabajo, el proyecto, englobado dentro del Plan Estatal para el estímulo de la economía y el empleo, ha supuesto una inversión de 1,2 millones de euros y ha empleado a 35 personas de la ciudad, que junto a la plantilla de la UTE villenense adjudicataria, han participado un total de 105 trabajadores.
La alcaldesa, Celia Lledó, junto a la Subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares, la diputada nacional, Vicenta Tortosa, y ediles de la corporación han sido arropados por ciudadanos, que han llenado cada uno de los rincones del paseo Chapí.
Lledó manifestaba que se le había dado un toque moderno, acorde con los nuevos tiempos a un paseo que data de 1858. Ese año con motivo de la inauguración de la línea de ferrocarril en Villena por SAR. Isabel II, un grupo de vecinos solicitó a la orden de los Agustinos el plantar varios árboles de la Sierra Salinas en el patio del antiguo convento. “El objetivo de esta remodelación es devolver al paseo su esplendor y que sirva de nexo de los distintos equipamientos- Teatro Chapí y estación de trenes- y de futuros- Museo de la ciudad”, afirmaba la alcaldesa.
Se ha renovado todas las redes, modificado la evacuación de aguas pluviales y para hacerlo más accesible, el último tramo de la calle Luciano López Ferrer, será peatonal, “para el disfrute de los ciudadanos, por mayor seguridad viaria y para mejorar las vistas del teatro”.
En esta reinauguración, en honor a Chapí, la música ha sido el hilo conductor de la misma. Clásica y jazz.
Pendiente queda la ubicación del busto de Joaquín Mª López y la limpieza del monumento a Chapí “prevista con cargos a las mejoras, pero se invirtió en las prospecciones arqueológicas del convento, por lo que se aplaza su limpieza”, ha comentado Celia Lledó.
Un espontáneo mostraba sus quejas sobre la nueva urbanización del paseo con una pancarta donde decía “Vaya mierda de paseo”. La policía lo desaojaba, pese a que manifestó en varias ocasiones su derecho a opinar libremente.