La muerte de un Papa y su estricto protocolo

  • 3 enero, 2023
  • Comentarios
La muerte de un Papa y su estricto protocolo

El Papa Emérito Benedicto XVI ha muerto y con su deceso se inicia un protocolo estricto que incluye procedimientos

Lo más impactante, golpear la cabeza del difunto tres veces con un martillo de plata para comprobar que está muerto. “Ver papa mortuo este”, recita el cardenal de la Corte Papal. Es el encargado de asegurarse oficialmente del deceso. Actualmente, se hace de forma simbólica, aunque no siempre ha sido así. Este es sólo uno de los pasos.

Ante todo, son los cuerpos médicos de la Santa Sede del Vaticano quienes certifican el fallecimiento del jefe de la Iglesia católica y la declaran oficialmente. Es entonces cuando se pronuncia la frase “el Papa ha muerto”, todo el Vaticano se arrodilla y se adentra en una oración común. Se da el pistoletazo de salida al “turno de vela”, en el que los sacerdotes encienden velas a los pies del cadáver y dejan un recipiente con agua, antes de reanudar el hilo de las oraciones.

Después de utilizar el martillo, el cardenal retira el anillo que simboliza la autoridad del dedo del Papa y lo destruye, junto con otros elementos simbólicos de su mandato. Esto se hace para eliminar la posibilidad de que se produzcan falsificaciones.

A diferencia de lo que sucedería con el Papa Francisco, el camarlengo no tiene que cerrar el estudio y la habitación de Benedicto XVI hasta la llegada de otro Papa. Es un ritual que impide que nadie toque nada, hasta que se elija sucesor, la llave se guarda con sumo cuidado para evitar cualquier elemento que interfiera al nuevo Papa.

Las campanas de San Pedro repican, doblan a muerto, tal como marca la tradición.  El cuerpo lo preparan para su conservación los forenses Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Roma. se quitan las vísceras del cuerpo sin vida y se depositan en urnas que se conservan en las criptas subterráneas de las iglesias de San Vicente y San Anastasio, en Roma. A continuación, lo vestirán de acuerdo con el atuendo propio de los Papas para que pueda ser expuesto. Al difunto lo visten con la mitra blanca en la cabeza, la casulla roja, que representa el color del luto papal, pero también es la que utiliza cuando celebra misa, y el palio, una faja de lana blanca con cruces negras, símbolo de dignidad. Así se podrá ver por última vez a Benedicto XVI. Después el cuerpo se coloca en una triple caja, primero uno de ciprés, otra de plomo y una de nogal. Sobe este ataúd hecho especialmente para cada Papa se coloca un simple crucifijo y una Biblia abierta.

Por último, hecho todo esto, ya se puede informar de la noticia fuera de las paredes del Vaticano y se declaran nueve días de luto en el país.

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *