El Rabal se sumerge en el Medievo

  • 9 marzo, 2014
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Las Fiestas del Medievo comenzaron en la mañana de ayer con la inauguración de un programa repleto de actos. Los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, se dirigieron desde la puerta de Almansa a lomos de un caballo hasta el inició de la calle Teniente Hernández Menor y junto al alcalde de Villena, Javier Esquembre brindaron con vino fondillón por los festejos. Es la segunda vez que el grupo de actores de Caricato Teatro representa la visita de sus majestades a la villa de Villena.

La comitiva real paseó por las calles engalanadas de un barrio, que se interna, por unos días, en los años en que cristianos viejos, moros y judíos habitaban en el que es el núcleo inicial de la ciudad, el casco histórico, que conforman en gran parte las calles del Rabal. Así, la calle Baja, la Nueva, la Rambla vuelve a su esencia con fachadas engalanadas y puertas abiertas para recibir a los miles de visitantes que llegan desde distintos puntos de la Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla-La Mancha. El presidente de la asociación de vecinos del barrio que organizan los festejos, José Cabanes, indicó que «hasta el momento conocemos que unos cinco autobuses de holandeses y británicos, que viven en la costa alicantina vienen el sábado -por ayer- y hoy domingo a conocer la feria».

La décimotercera edición del Mercado Medieval ya se inauguró en la tarde del viernes. Este es el núcleo primigenio de las actuales Fiestas del Medievo, que se crearon para que los vecinos de Villena volvieran a pasear por el barrio.

A lo largo de estos años, las directivas de la asociación vecinal han logrado que las fiestas sean uno de los momentos más esperados del calendario festivo.

Cabanes recuerda que «nuestro objetivo es que las calles del Rabal sigan vivas todo el año». En esta edición se ha conseguido que los mercaderes y las actividades no sólo se queden en la parte baja del barrio sino que ocupen también la zona alta a las faldas del castillo con la nueva presencia del edificio de la plaza Colache, en una de las zonas más degradadas de la ciudad.

La reivindicación del Orejón
Antonio Gómez, presidente de la asociación de la ermita de San José presentó al pregonero de las Fiestas del Medievo, Francesc Llop. El antropólogo y jefe de sección de Museos de la Generalitat Valenciana se enamoró hace 18 años de unas campanas que tenía un toque particular, las de los campanarios de las dos torres de Villena, la de la iglesia de Santiago y la de la Santa María. En su corto pero intenso discurso destacó como «los toques en Villena son únicos». Llop no se olvidó de una antigua reivindicación, tanto de los vecinos del Rabal como del resto de la ciudad, la recuperación de la torre del Orejón, símbolo de la municipalidad.

Las brujas

Las brujas volvieron al barrio del Rabal de Villena en el acto contra el homicidio de mujeres, que se celebró ayer por la mañana en plenas Fiestas del Medievo. En la Plaza de la iglesia de Santamaría, un grupo de actores organizó un tribunal de la Santa Inquisición en el que juzgaron y condenaron a una de las brujas.

Por la noche, en la explanada del castillo, sin abjurar de sus creencias, se simuló la quema de la bruja junto a otras mujeres. El acto lo promovió el colectivo feminista Luna, con motivo del Día de la Mujer, y en él leyó un manifiesto en contra del anteproyecto de reforma de la ley del aborto promovida por el Gobierno.

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