El deportista olímpico, Pedro García, y presentador de Hermano Mayor en Radio Villena SER
- 21 mayo, 2009
- Comentarios
El miércoles, con motivo de la conferencia que tenia que ofrecer en Caudete, el campeón olímpico y presentador del programa de televisión “Hermano Mayor”, de la cadena Cuatro, estuvo en los estudios de Radio Villena SER. El motivo fue realizar la grabación de la locución del espacio televisivo que se emitirá este viernes. Tras la grabación, que se prolongó durante mas de una hora, Pedro Garcia, que fue oro olimpico con el equipo español de waterpolo en Atlanta 96 y oro en el Mundial de Perth, se realizó algunas fotos y partió hacia Caudete.
Su vida ha estado marcada por el waterpolo y las adicciones. Siendo adolescente sus padres se separan y rellena sus carencias afectivas con el alcohol: “Empecé a beber a los 15 años. Era tan bruto que para tener el valor de hablar con una chica, tenía que beber.” Desde entonces, el deporte se convierte en el centro de su vida: “Vivíamos bien: jugábamos, nos entrenábamos, descansábamos y salíamos. Ganábamos dinero como seleccionados y nos comíamos el mundo… Y algunos nos lo bebíamos.”
“En 1990, después de los JJ.OO. de Seúl, donde habíamos quedado sextos, empecé a esnifar cocaína. A partir de 1998 estaba tan enganchado que consumía jueves y viernes por la noche; el sábado daba una excusa para no entrenarme y el domingo iba al partido. Pensaba: “Soy campeón del mundo… ¡Medalla de oro! ¡Cómo voy a ser un adicto! Adictos son esos vagabundos que duermen sobre cartones en un portal; yo soy un triunfador.” Tras catorce años consumiendo ingresé en el centro Mare Nostrum con mi mejor amigo, el también campeón de waterpolo, Jesús Rollán, que acabó suicidándose. Me dijeron: “¿Quién eres?”. “Yo soy Pedro García, el campeón olímpico”. “No, Pedro, tú eres un adicto, un alcohólico y un cocainómano”. “Y tú, un hijo de puta”, contesté llorando. “Pero sabía que tenían razón”.
De esto hace ya cinco años. Cuando Pedro García Aguado acabó su tratamiento empezó a ayudar a personas con su mismo problema: “Poco a poco, traté de volver a ser útil. Estudié, descubrí que podía ayudar a otros adictos. Me hice terapeuta.” Ha trabajado como terapeuta del Centro Mare Nostrum de Barcelona donde trata todo tipo de adicciones y problemas de conducta. También colabora con otros centros donde se encarga de ayudar a adolescentes.
Pedro García sigue unido al mundo del deporte entrenando equipos de niños y adolescentes. Ha publicado dos libros, Mañana lo dejo, un libro autobiográfico donde resume su carrera en la élite del deporte y su vida con las adicciones y Dejarlo es posible. Diario de una terapia, donde cuenta cómo vivió la terapia que le hizo salir del mundo e las adicciones.