De todo un poco
- 1 septiembre, 2011
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De vacaciones me pilló la caída de las bolsas y aunque preocupante, más que preocupante…el sol, la piscina y los San Francisco del “todo incluido” me hicieron creer que no iba conmigo. Fea, fea está la cosa cuando a nuestros dirigentes les cambia la cara, les tiembla la voz y se esfuerzan en fingir normalidad sin disimular que están fingiendo. La indignación tranquila continúa y espero que los indignados, que somos la mayoría, no dejemos de hacer escuchar nuestra voz sin pararnos ahí, avanzando para dar soluciones a nuestra indignación, las soluciones que otros no nos han querido dar.
Indignado aunque todavía sigo formando parte del sistema. Sí, confieso que soy de los españolitos medios que este año todavía ha podido disfrutar de unas ociosas vacaciones estivales en la costa, cortas, pero vacaciones. El año que viene la economía dirá, pero lo que va delante va delante. De regreso a casa, con las vacaciones a la espalda y teniendo por delante el aterrizaje en nuestra muy noble y leal y fidelísima ciudad de Villena, hago recopilación y compilación de lo que dejo atrás mientras voy bajando de mi nube vacacional, para que la caída sea menos gorda.
Vuelvo eso sí, con la ilusión de encontrar Villena con ese ambientazo que dejé a primeros de agosto con el festival de títeres de las Cruces. Llego con la Semana de Cine y justo cuando empieza a respirarse aromica a fiestas, los preparativos y las charraicas que es lo que a mí más me gusta. No puedo evitar pensar que sin la voz de Isidro, este año el radiofónico “Villena y sus fiestas” no va a ser lo mismo. Parece que mis sesos van despertando del letargo vacacional y mi cabeza empieza a ser un hervidero de reflexiones sobre este y el otro asunto, que incluso estando vacacionando en la costa uno no puede evitar seguir el devenir de la vida en la urbe villenense, siempre gracias al ingenioso invento de la wifi hostelera.
Habiendo faltado a mi última cita con este medio de comunicación, no había expresado mi parecer sobre el cambio de gobierno municipal. El nuevo tripartito, pese al batacazo de la anterior coalición, me parecía ilusionante y esperanzador. Confío en una política de austeridad y solidaridad municipal que haga más llevadera la difícil situación por la que atravesamos.
Tras el anecdótico asunto de las llaves de Alcaldía y sin que nadie se pronunciase claramente sobre si fue mala leche o falta de comunicación, la relación entre gobierno y oposición parece tensa pero tranquila incluso después del aplaudido discurso de cierre de pleno del actual alcalde sobre La Plaza. Lejos quedan ya aquellos tensos rifi rafes de nuestra ex alcaldesa con los rebelados de su propio partido y más normales parecen ahora los dimes y diretes de gobierno y oposición, aunque está empíricamente demostrado que si algo puede empeorar, lo hará. Con un alcalde verde estaba cantado que los toros iban a ser frecuente tema de debate. Y lógicamente los “errores, despilfarros y prisas políticas” de quienes fueron predecesores en el cargo iban a salir a relucir, más temprano que tarde. Que las decisiones del actual gobierno municipal iban a ser cuestionadas y duramente criticadas por la oposición (antes gobernante), entraba dentro de los planes.
Sigo apostando por las aptitudes de este nuevo gobierno para regenerar la confianza en nuestros políticos. Confío en que la ahora oposición haya reflexionado y modifique ciertas actitudes que sin duda motivaron su salida del gobierno.
Leo sobre las cuestiones que centran ahora el debate político en nuestra ciudad y, como no podía ser de otro modo, muchas de ellas están centradas en nuestras fiestas. El del vallado y las colgaduras no es tema que a mí me quite el sueño, pero sí me preocupa que la noticia sea precisamente si hay o no vallado y que se nos pase por alto lo de que la empresa que se encargaba de su colocación todavía no haya cobrado los servicios del pasado año; que el exconcejal de festejos pida que los responsables festeros exijan que el vallado esté presente en tal y cual desfile, pero que no se ofrezcan explicaciones sobre la deuda mantenida. Me preocupa que se anuncie que el concierto de los pasodobles se vaya a hacer en la Explanada del Castillo para luego rectificar la ubicación alegando motivos económicos y de acústica que debieron haberse previsto antes del anuncio para evitar la rectificación posterior. Empieza a preocuparme cierta celeridad en los cambios. También me preocupa la actitud de quienes tratando de contentar a todos, navegan entre dos aguas, porque al final acaba uno sin dar gusto a nadie. Me parece bien que se incentiven las actuaciones en el barrio del Rabal, quizás el más necesitado de actividad promocional, pero sin que se olviden los otros barrios de Villena, algunos igualmente necesitados de intervención municipal. No entiendo mucho lo de que el cambio de itinerario del desfile del pasacalles, para mí debidamente justificado por los promotores de la modificación, se compense con la intervención de una banda de música paralela. ¿No puede haber otra para el barrio de la Paz, dónde no llega ningún desfile?.
Y como no me va a dar tiempo de leer y aprender la nueva redacción del capítulo del Reglamento de Régimen Interno de la JCF dedicado a las infracciones y sanciones, pues trataré de actuar como “un buen padre de familia”, el “hombre bueno” que soy y si involuntariamente incurro en falta, arreao voy. Lástima que siempre sea éste el capítulo más mentado del citado Reglamento. ¿Demasiada regulación para la diversión? La facultad sancionadora inviste a algunos de cierta arrogancia que no es buena para las fiestas. Hay que trabajar especialmente concienciando a los sujetos susceptibles de sanción, es decir los festeros, de que la diversión no está para nada reñida con el respeto. Y por qué no, bajar los humos a quienes disfrutan señalando con su índice sancionador.
Y dicho esto, y dada las fechas en las que nos encontramos, no me queda sino desear al gobierno y la oposición, a los que se van y a los que se quedan, a los que salen y a los que no, a los de la periferia y a los del centro del pueblo, a las madrinas y los cargos festeros, a los presidentes y directivos de la JCF, de la Junta de La Virgen, de las comparsas, de todas las asociaciones, a mis amigos y enemigos, vecinos, a los que quieren toros y a los que no, a los creyentes y a los ateos… FELICES FIESTAS EN ARMONIA.