Carta de Sus Majestades los Reyes Magos
- 29 enero, 2025
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Aunque pudiera parecer que esto que transmito ya quedara fuera de lugar, recuerden que “hasta San Antón, fiestas son” y que “todo Santo tiene su octava”. Es por ello que hoy cedo mi espacio en este periódico para compartir esta carta que Sus Majestades los Reyes Magos me hicieron llegar para compartir con los ciudadanos villenenses en particular, y supongo que con la humanidad en general. Dice así:
“Queridos padres, madres, tutores legales y cualquier persona responsable de que los niños y niñas nos escriban la carta con sus deseos etc. Hemos pedido este espacio para comentaros tres cositas de nada en cuanto a las Navidades pasadas para que las tengáis presentes en las futuras:
En primer lugar dar las gracias a la Ciudad de Villena por su calurosa acogida en la Tarde-Noche de Reyes. ¡Que recepción, que bonita cabalgata, cuanta ilusión generada en niños y adultos! Es muy de agradecer que la gente salga a la calle para esperar nuestra llegada. Vivimos tiempos en los que es bastante difícil ilusionarse con algo o incluso con alguien, sobre todo por miedo a la decepción, al fracaso. Nos estamos acostumbrando a la felicidad inmediata pero poco duradera, porque cuando alcanzamos algo de forma rápida, la mente ya está pidiendo algo más. La felicidad es algo precioso pero efímero, por eso, cuanto más podamos prolongar los momentos felices, mejor nos encontraremos. Los niños piden y piden pero nuestra obligación como Reyes Magos es repasar esas listas de regalos y comprobar que son los adecuados para ellos. Un chavalin de 12 años puede pedir un Iphone pero obviamente, a esa edad ni lo necesita ni lo va a valorar, así que tendrá que esperar unas cuantas navidades más para que se lo traigan los Reyes Magos. La paciencia también puede ser una buena aliada de la felicidad.
En segundo lugar hablemos de las cartas que nos envían vuestros hijos e hijas. Recordar que han de ser cartas, nada de WhatsApp ni mensajitos o comentarios en redes sociales. El correo de toda la vida va genial. Se pueden entregar a los pajes reales, que siempre suelen llegar antes que nosotros para ir allanando el camino. Y que no os preocupe no llegar a tiempo para que las escriban. Somos mágicos y podemos recogerlas en cualquier lugar y a cualquier hora del día; así que si no se deciden a pedir ésto o aquello, no hay que alarmarse. Cambiarán de opinión unas cuantas veces, pero no os impacientéis, que no noten que os están poniendo de los nervios porque todavía esperarán más para terminar la carta. Las cartas dan para mucho, si ellos quieren. Admitimos las cartas de los más peques de la casa que no dominan la escritura y nos pegan los recortes de los catálogos de juguetes en la carta. Pero de ahí a enviarnos los catálogos enteritos rodeando con círculos de colores lo que piden, va un trecho importante. Somos tres y no podemos ir mirando hojita por hojita cada catálogo que nos llega. Concretando y escribiendo, que hay que ir recuperando el hábito de escribirles a los Reyes, e incluso a los amigos, en lugar de poneros a reenviar whatssap como locos, que poco de personal tienen.
Y así enlazamos con la tercera cuestión que queríamos haceros notar, que no es más que confesaros que, aunque nos ha llevado su tiempo, ya no consideramos a Papa Noel, Santa Claus o como le llaméis en casa, como un rival. Digamos que bastante polarizado está ya el mundo como para que además tengáis que posicionaros con lo de ser de Reyes Magos o de Papa Noel. Con las derechas, las izquierdas, la Revuelta, el Hormiguero, los equipos de fútbol y seguro que alguna cosa más que se nos escapa ahora, vais sobrados en posicionamientos.
No es que queramos justificarnos, pero para los que renegáis de él por aquello de que es una tradición importada, una americanada, vamos, deciros que lo es, pero no del todo. El caso es que como además de reyes, somos magos y sabios, hicimos nuestras averiguaciones tirando de Wikipedia, resultando que Santa Claus, Papá Noel y San Nicolás son el resultado de la mezcla de tradiciones cristianas, leyendas populares y las adaptaciones culturales a lo largo del tiempo, pero sigue siendo un símbolo de generosidad y alegría en la Navidad
La figura de Santa Claus tiene su origen en San Nicolás de Bari, un obispo cristiano conocido por su generosidad y bondad y por esta razón, San Nicolás se asocia con la idea de dar regalos de manera anónima.
¿Y de dónde sale el nombre de “Santa Claus”? proviene de la adaptación del nombre holandés “Sinterklaas”, que era una forma de referirse a San Nicolás en los Países Bajos. Los colonos holandeses llevaron la figura de Sinterklaas a América, donde la pronunciación de su nombre se transformó gradualmente en “Santa Claus”. En Estados Unidos, el personaje de Santa Claus se popularizó aún más a través de la literatura, el arte y, especialmente, la famosa imagen de él como un hombre gordo y alegre vestido de rojo que finalmente utilizó con fines publicitarios Coca-Cola.
Suele ser sin duda el protagonista principal de las películas norteamericanas de temática navideña de las que este año, allá en Oriente, nos hemos visto unas cuantas tirando de palomitas. Que majo el tío, siempre se las arregla para emparejar a alguien o para devolver la fe en la magia de la Navidad a algún crápula etc.
En los países de habla hispana, el personaje de Santa Claus es conocido como “Papá Noel” que proviene del francés “Père Noël”, que significa “Padre Navidad”.
Su popularidad ha ido creciendo con el tiempo y de hecho ya casi todos los niños reciben regalos en Noche Buena y además en Reyes. Algunos tenéis por costumbre que Santa deje a los peques en Noche Buena un detallito y a nosotros nos pedís el grueso de los regalos, los gordos. Pero también sois muchos los que decidís que los juguetes los traiga Santa en Noche Buena para que puedan jugar los niños durante las vacaciones y disfruten los regalos y a los Reyes nos encargáis algún detallito, ropa y material escolar. A ver, una llamadita de atención aquí porque con eso conseguís que la fantasía y la ilusión se la atribuya el rechonchito del traje rojo y a nosotros nos recordarán como las tres antiguallas que dejaban regalos útiles pero aburridos.
¿Y qué es eso de que así los niños puedan jugar en vacaciones? ¿Será que no tienen en casa ya con qué entretenerse que tienen que esperar los juguetes nuevos para poder jugar? Pero bien, démoslo por bueno, pero no está de más que recordéis que los niños no sólo deben jugar durante las vacaciones de Navidad. Como niños que son, entre cole y actividades extraescolares, deben tener tiempo para jugar. Que es importante que crezcan lejos de preocupaciones y disputas propias de un mundo de adultos. Ellos tienen que disfrutar jugando y ser felices tooodo el año.
Concluyendo, que la ilusión y la fantasía no conocen de doctrinas y así pues, Santa, compañero, si algún día te falla el trineo o los renos no tiran porque Rudolf (Rodolfo en español) se pone mohíno, aquí tienes tres colegas que guiados por nuestra estrella y acompañados de nuestros camellos, están dispuestos a echarte un cable, que la vida del autónomo, por muy mágico que uno sea, ya se sabe que es muy jodida.