Las huestes moras conquistan Biar
- 12 mayo, 2013
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Biar volvió a ser conquistada por las huestes moras, en una jornada marcada por la gran participación de festeros en uno de los actos más singulares de las fiestas de moros y cristianos de la localidad, “El ball dels espies”.
Un acto que escenifica la entrada del bando moro a las tierras de Jaime I para reconquistar el castillo de la villa.
Este baile ancestral, con sus pasos y tonadilla, lo aprenden los hijos de los padres, y en la tarde del 11 de mayo, los vecinos de Biar sacan de los baúles las fajas de labradores, las antiguas enaguas, blusas, faldas, camisas blancas y chalecos, para ejecutar el tradicional “Ball dels espies”.
Previamente tuvo lugar, en el cerro de San Nicolás el acto de la Guerilla, donde se enfrentó el bando cristiano y el moro, mientras que los “espies”, ataviados con sus trajes tradiciones, y portando las reglas, metros, esperaban en la plaza de España para realizar la medición del terreno por parte de los árabes.
Tras la misma se desarrolló la embajada del moro al cristino, este año además, el Embajador Moro, Antonio Valdés, de la comparsa de Moros Vells, cumplió cincuenta años ostentado este cargo, de forma ininterrumpida.
Todos estos años, desde que su tío le pasó el testigo, cada 11 de mayo en la Plaza de la Constitución, desde su caballo increpa al embajador Cristiano, perteneciente a la comparsa de Blanquets a dejar la fortaleza, mientras arenga a sus tropas para desbancar de la misma las banderas de la cruz y conseguir que en su almena se alce la de la media luna.
Una vez Biar es conquistada por las huestes moras se inició el “Ball dels espies” y tras el mismo, será el turno para el paso del Carro de la Mahoma que representa el triunfo de los moros en la villa.