Paco Rosique: “La JCF está económicamente fuerte para afrontar su constitución como federación”

La Junta Central de Fiestas, después de estas fiestas de Moros y Cristianos, cierra un ciclo. Tras seis años al frente de la Junta Central de Fiestas de Villena, Paco Rosique deja la presidencia de esta entidad, al acabar su segundo mandato.

Su presidencia no ha sido una travesía tranquila: pandemia, crisis estatutarias, transformaciones económicas y una constante búsqueda de equilibrio entre tradición y modernidad.
Ahora, poco antes de sus últimas fiestas como presidente de la entidad que organiza los Moros y Cristianos de Villena hace un repaso de estos seis años.

P. Este año termina su segunda legislatura. Han sido seis años intensos.
R. Sí, este es el final de mi segundo mandato. Seis años que han pasado volando, pero han estado llenos de retos. La pandemia fue sin duda el momento más duro. Nos pilló a todos sin preparación: ni a nivel municipal, ni festero. Fue una situación angustiosa. Nadie sabía qué hacer.

P. La retirada de los nuevos estatutos fue otro punto de tensión.
R. Fue una decisión difícil pero necesaria. Ya estaban aprobados, pero preferimos retirarlos por paz social. Si no hay consenso, hay que saber dar un paso atrás. Nuestra asociación no podía fracturarse por esto. Sabíamos que, tarde o temprano, vendrían otros interlocutores que podrán cerrar el proceso de forma adecuada. Quienes vengan después, tienen que tener en cuenta que los actuales estatutos están desfasados y fuera de ley.

P. La gestión económica ha sido una de sus apuestas clave.
R. En 2019 contábamos con apenas 18.000 euros directos del Ayuntamiento. Hoy tenemos 70.000, además de haber duplicado el canon de las tribunas. Gracias a eso, hemos acometido una obra de 220.000 euros sin pedir un solo euro a las comparsas. Hemos conseguido que la Junta Central sea económicamente fuerte, sin depender de cuotas desiguales de los socios. Por eso, ahora se podrá constituir una federación en la que cada comparsa tenga un voto.

P. ¿Por qué insistir tanto en el modelo de federación?
R. Porque es lo justo. Esta casa se fundó con 14 comparsas, y creemos que la fiesta debe regirse por esos 14 votos. No tiene sentido que una comparsa por el número de socios pese más que otra más pequeña. Si conseguimos una financiación sostenible, con cuotas equitativas, podremos mantener ese equilibrio.

P. Uno de los mayores logros fue el conflicto con la Sociedad General de Autores.
R. Fue un tema que arrastraba desde hacía ocho años. Gracias al alcalde, Fulgencio Cerdán, que supo entender la importancia de proteger las Fiestas Patronales, pudimos solucionarlo. Se buscó una solución definitiva, en la que el Ayuntamiento asumiera el coste. Fue un alivio para todos.

P. Hablando de momentos difíciles, ¿cuál fue el más amargo personalmente?
R. Sin duda, los meses previos a las Fiestas de 2022. Era incierto todo. Aún llevábamos mascarilla en espacios cerrados. Muchos no querían salir a la calle. Tuvimos que ser los primeros en tomar la iniciativa. Ese desfile del 5 de marzo, con apenas 1.000 personas, fue un punto de inflexión. Recuperamos el liderazgo festero de Villena. Fue arriesgado, pero salió bien.

P. ¿Y el momento más dulce?
R. Las Fiestas de 2022. Fueron irrepetibles. Había una actitud distinta, una gratitud general. La gente tenía ganas de fiesta, de agradecimiento. Hubo una unión muy bonita entre comparsas, directivas y Ayuntamiento. Todo el mundo empujó.

P. ¿Hay algún proyecto que se ha quedado en el tintero?
R. Todo lo contrario. Hicimos cosas que ni teníamos previstas. Por ejemplo, la rehabilitación de la Casa del Festero. Cuando llegamos, no sabíamos el estado en que estaba. Humedades, goteras, instalaciones obsoletas. Nos pusimos manos a la obra. Se invirtió mucho, se cambiaron tuberías, se instaló un ascensor, aseos nuevos, se recuperó archivo histórico.

P. ¿Cuáles son los temas que ahora se están debatiendo en la fiesta?
P. La Ofrenda y la Retreta son puntos de debate.Especialmente la Retreta, que se ha convertido en un botellón encubierto. Algunas de las propuestas son trasladarla al día 3 o incluso suprimirla. Pero son decisiones delicadas.
Igual pasa con la romería del día 9, donde apenas van 100 personas. Se está estudiando hacer la devolución de la Virgen el domingo siguiente, día de la esclavitud.Pero, ya no se le despediría en Villena con pólvora y vestidos de festeros. Se está valorando qué hacer con ellas.
La Ofrenda es otro acto en el que se debate qué cambios hacer. Se ha planteado pasarla a un horario nocturno, pero la Junta de la Virgen, no ha tomado decisión alguna sobre ese tema.