Los Maseros a ‘marcha mora’
- 31 agosto, 2011
- Comentarios
La Comparsa de Labradores desea presentaros por tercer año consecutivo la Alegoría 2011. Un espectáculo organizado por nuestra comparsa para la noche del día 6 de septiembre. Con él, pretendemos realzar nuestra Cabalgata y dar la oportunidad a los socios de participar activamente en ella de una manera “diferente”: tocando instrumentos o como actores y figurantes del mismo.
Este año vamos a representar el Pacto de Teodomiro y el posterior legado agrícola árabe. Un hecho histórico que siempre se ha mirado desde el punto de vista de las batallas y enfrentamientos entre reyes y califas. Si embargo, los labradores también tuvieron un papel importante durante aquella época. Por un lado encontramos a los labradores cristianos que cultivaron y elaboraron los alimentos a entregar al emir haciendo posible llevar a cabo el pacto. Por otro lado, los labradores árabes llegados a la península que nos aportaron un rico legado que todavía conservamos y utilizamos hoy día como hortalizas, técnicas de riego y vestimenta.
Nuestra Alegoría va a centrarse por tanto en el Pacto de Teodomiro (también conocido como Pacto de Tudmir o Tratado de Orihuela). Un tratado dhimmi firmado el año 713 entre ‘Abd al-‘Aziz (hijo de Musa ibn Nusair, gobernador del norte de África) y el duque cristiano visigodo Teodomiro, Tudmir en árabe (príncipe y gobernador de la provincia de Aurariola con capital en la actual Orihuela) a inicios del siglo VIII. Fue suscrito en el año 713, dos años después del inicio de la conquista musulmana de la Península Ibérica.
En el pacto de Teodomiro en el año 713, Villena aparece como una alquería (aldea) situada en el actual barrio del Rabal. A partir del S. XI pasó a llamarse Bilyana y finalmente Villena.
De esta manera entendemos nuestra idiosincrasia asumiendo la importancia que otras culturas han tenido en nuestro origen, concretamente el legado árabe.
En los archivos que se adjuntan a esta noticia puedes consultar el Guión Alegoría 2011 que explica y documenta el espectáculo.
Para nuestra Comparsa es una gran satisfacción poder poner en escena hechos históricos que vivieron nuestros antepasados y que sostienen y justifican nuestras actuales Fiestas de Moros y Cristianos.
GUIÓN ALEGORÍA
ACTO 1: PACTO DE CAPITULACIÓN
En este primer acto representamos el papel de los labradores medievales cristianos que cultivaron y elaboraron los alimentos a entregar al Emir como pago del tributo acordado en el pacto. En primer lugar aparece en escena una gran puerta cristiana adornada con motivos labriegos que introduce al espectador en el año 713, año del tratado. Tras la puerta llega la comitiva del duque cristiano visigodo Teodomiro guiando la marcha hacia la entrega del adeudo.
Esta entrega es representada por un numeroso bloque de labradores cristianos ataviados con ropajes sencillos y humildes propios de su condición de labriegos medievales. Este conjunto de labradores conformados por hombres y mujeres portan alforjas y sacos emulando llevar trigo, cebada, mosto, vinagre, miel y aceite (alimentos acordados en el pacto) además de algunos aperos de labranza.
Las últimas filas de este bloque acompañan a la interpretación musical con toques de pandereta.
Este año la gran apuesta de esta alegoría, además del novedoso tema que tratamos, es el aspecto musical. En este primer acto, incorporamos por primera vez en nuestra comparsa una banda compuesta exclusivamente por dolçaines y percusión que nos transportará hacia la época labriega medieval que pretendemos rememorar.
La pieza musical escogida para este bloque es Molí de lluna del compositor Saúl Gómez Soler, y será interpretada por primera vez en Villena por la Colla de dolçaines y percusió d’Ontinyent.
ACTO 2: LEGADO AGRÍCOLA ÁRABE
En este segundo acto representamos a los labradores árabes llegados a la península que aportaron un rico legado que conservamos hoy día como productos, técnicas de riego y vestimenta. Símbolos que representan el origen árabe de nuestra comparsa.
Una gran puerta árabe da la bienvenida al espectador a este segundo acto. Tras ella, aparece la figura de ‘Abd al-‘Aziz que encabeza la comitiva, guiando la marcha a recoger el pacto.
En este acto jugamos con la simbología ya que ponemos en escena diversos elementos que rememoran el origen árabe de nuestra comparsa. El primero de ellos es, junto al harén y guardia del Emir, incontables alimentos de origen árabe: hortalizas como la berenjena, la alcachofa, la coliflor, las espinacas; cítricos como el limón y el pomelo; frutas como el melón, la sandía, los dátiles, la granada o los albaricoques; arroz, algodón, caña de azúcar, azafrán, etc. El segundo es la vestimenta ya que el zaragüell es la prenda más representativa de este origen. Para ello contamos con la participación del bloque de zaragüelles que portarán esta prenda, completada con faja y turbante. Cierran el espectáculo banderas árabes verdes. Color y textil representativo del mundo islámico.
Como hemos apuntado anteriormente, el aspecto musical es la gran apuesta y en este segundo acto la banda oficial de la comparsa interpretará la pieza De la Foia al Maset del compositor Miguel Ángel Sarrió Nadal, reforzada con dolçaines. Esta pieza posee fragmentos moriscos que harán historia en nuestra comparsa y en las Fiestas de Villena, incorporando por primera vez en los maseros una aproximación a la marcha mora en nuestro desfile.