El cuarto pilar del Estado del Bienestar

  • 10 junio, 2021
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El cuarto pilar del Estado del Bienestar

Alba Laserna, edil de Los Verdes

El sistema público de Servicios Sociales es una organización que incluye una serie de servicios, recursos, programas y prestaciones de promoción y acción social que atiende las necesidades de la población de manera integral. La actual Ley 3/2019 de Servicios Sociales Inclusivos de la Comunidad Valenciana, persigue la homogeneización de un sistema público que dé respuesta a la totalidad de la ciudadanía, en condiciones de igualdad, accesibilidad universal y equidad. La aprobación de esta ley tiene como objetivo blindar y declarar como servicio público esencial y de interés general el Sistema Público Valenciano de Servicios Sociales.

Asegurar la protección jurisdiccional pretende garantizar derechos subjetivos de la ciudadanía; recuperar la centralidad de la persona en todo el sistema, ofreciendo atención a lo largo de su ciclo vital y permitiendo que las personas tengan vidas más dignas de ser vividas fomentando buenas prácticas de intervención social y el abordaje interdisciplinar en la atención personal, familiar, grupal y comunitaria.

Actualmente, desde el departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Villena nos encontramos redefiniendo el funcionamiento interno a través al “Manual de Organización y Funcionamiento de los Servicios Sociales de Atención Primaria” distribuido por parte de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas a todas las entidades locales. Este manual funcional tiene como objetivo integrar de manera ordenada y sistemática en un solo documento la información básica (antecedentes, marco jurídico, atribuciones de la estructura orgánica, funciones de la entidad, orientación del personal, etc.) con el fin de redefinir, reconocer y situar a los Servicios Sociales como cuarto pilar del Estado del Bienestar.

En este punto nos queda formular nuestro funcionamiento global atendiendo a acciones preferentes que garanticen el buen cuidado de la ciudadanía y de las profesionales, dotando de recursos humanos a los programas existentes con el fin de garantizar esa protección jurídica, de derechos, de atención, de prestaciones, de acceso a la información y a la proximidad que requieren todas las personas del municipio.
Este recorrido que hemos comenzado a “des-andar” nos lleva a un irremediable proceso reflexivo, de responsabilidad y de desafío. Las propias interrogaciones, inquietudes y aspectos de la disciplina y el ejercicio profesional se van a ver transformados. Es necesario estar dispuestas a adquirir una identidad proactiva a transitar, repensarnos y resignificarnos, emergiendo un saber-hacer desde otra parte.

Esta movilización interna debe operar hacia afuera también, hacia todos los espacios públicos y narrativas discursivas. Esta necesaria afinidad será fundamental para redirigir el trabajo que necesita ser re-imaginado mediante la puesta en práctica de acciones locales que generen posibilidades de actuación por y para el bienestar de las personas.

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