España gana el Mundial de fútbol
- 12 julio, 2010
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La selección española de fútbol hizo historia en la noche del domingo 11 de junio alzándose, por primera vez, campeona del Mundo.
Villena salió a la calle para celebrar una victoria, que había costado mucho. Tuvo que ser en la prórroga del partido, cuando finalmente Andrés Iniesta marcó el gol que le valió el Mundial a España.
La fiesta se dejaba sentir en la población desde primeras horas de la tarde. Sobre las cinco, coches, y villenenses portando la bandera de España paseaban por las calles más céntricas de la población. Los rostros iban pintados para la batalla, con los colores de la bandera, rojo y amarillo, bufandas, vuvuzelas, abanicos, y sobre todo muchas camisetas de color rojo, el color de la selección española, el ambiente se iba calentando.
A las ocho y media, cuando daba comienzo el partido de España contra Holanda en la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, la calle Corredera o la avenida Constitución, se quedaban desiertas. Los villenenses se concentraban para ver el partido histórico.
En el paseo Chapí cientos de personas observaban el transcurso del partido en una pantalla gigante habilitada por el Ayuntamiento de Villena para la ocasión. El silencio fue en la mayor parte del partido la nota dominante. Un silencio que mostraba la tensión, del gol que no llegaba pese a las numerosas ocasiones para marcar de los españoles
Pero Andrés Iniesta marcó, el gol que ha hecho historia en el deporte español y Villena vivió una sacudida cuando miles de ciudadanos gritaron “goooooooooooooolllll”. Abrazos, lágrimas, alegría y las calles de la ciudad se bañaron de rojo y de banderas de España. Después todos a celebrar la victoria en la plaza del Rollo.
En esta punto de la ciudad se congregaron miles de personas, bailando, gritando, sintiéndose orgulloso de ser español, y por su puesto bañándose en una fuente que quedaba oculta por la multitud de gente allí congregada. Las tracas y las bengalas tampoco faltaron en esta celebración.
La fiesta se prolongó durante horas, todavía pasadas las dos de la madrugada se podía escuchar los ecos de una fiesta histórica para el fútbol, para España y que Villena no se quiso perder.