Ángel Giner dimite como presidente del Rabal

Desde hace diez años ostenta el cargo de presidente de la Asociación de vecinos de El Rabal, pero esta noche en junta ordinaria, a las 20 horas, presentará su dimisión.

Ángel Giner, señala que desde hace meses el diálogo con el Ayuntamiento es nulo y espera que los vecinos que asuman la dirección de la asociación se conviertan en interlocutores válidos para dialogar con el Ayuntamiento y encontrar soluciones a los problemas que plantean. Por estatutos, tras su dimisión será el hasta ahora vicepresidente, Pepe Cabanes, quien realice la labor de presidente.

No obstante, señala que los motivos que le han llevado a tomar esta decisión, ya anunciada a la alcaldesa hace año y medio han sido la conjunción de la falta de entendimiento con el Ayuntamiento, con motivos profesionales y personales.

“En mi papel como representante de la asociación de vecinos, detecte desde el primer momento que las consultas, solicitudes o disconformidades emitidas desde la asociación, en raras ocasiones recibían respuesta, cuando solicitábamos explicación sobre este hecho nos comunicaban que si queríamos algo usáramos el teléfono, método que tampoco era valido pues las llamadas no nos eran ni contestadas ni devueltas”, apunta Ángel Giner. 

Considera que en estos diez años, el barrio ha cambiado mucho, “frenándose el proceso degenerativo al que había llegado, aunque en el tema residencial todavía queda mucho por hacer. “No obstante, siempre hemos insistido legislatura tras legislatura, que el problema del Rabal es social, no económico. Queremos que todos los vecinos sean iguales ante el Ayuntamiento”.

Para Ángel Giner es incompresible que el Ayuntamiento deje pasar la ocupación de solares municipales, convertidos en terrazas de verano o aparcamiento. “Pero es mucho pero que el Ayuntamiento, haga la vista gorda cuando muchos vecinos se conectan al alumbrado público y a las acometidas de agua potable, sin que se les denuncie y cuando sus casas son una ruina, el Ayuntamiento les dota de una vivienda nueva, donde vuelven a tomar la luz de alumbrado público”.

Lamenta que no se hayan convocado las comisiones encargadas de dotar de contenido al Plan de Rehabilitación, o la pasividad e incumplimientos de compromisos como el de la  campaña de Villena contra la droga, “donde aparte de 50 fotocopias y el pago de una cuña a una asesora de alcaldía, nadie noto más beneficio, o el mercado medieval donde todos los años desde las ultimas elecciones no se me informa convenientemente de la participación económica del ayuntamiento, como pasa este año a falta de un mes de su celebración, todavía no se nos a comunicado el importe de la aportación municipal”. 

Señala que el problema es que se ha profesionalizado demasiado la política en Villena y asegura que su intención, al abandonar el cargo de presidente, no es sumarse a esta profesionalización, en alusión a ser militante de un partido político.