Los 5 ediles campistas continuarán como concejales en el Ayuntamiento

  • 29 junio, 2009
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Los cinco ediles campistas del Partido Popular, Virtudes Amorós, Juan Carlos Pedrosa, Juan Richart, Mª Paz Poveda y Adela Serra, han comparecido públicamente para dar una explicación de todo lo que ha acontecido en los últimos días en el seno del equipo de gobierno.

Tras abstenerse en un Pleno, en una propuesta del concejal de Hacienda para repartir los 2 millones de euros liberados del patrimonio de suelo municipal, la alcaldesa, Celia Lledó, retiró las concejalías a los que se abstuvieron, Juan Carlos Pedrosa, Juan Richart y Mª Paz Poveda. Hoy en solidaridad con sus compañeros y “por dignidad”, Virtudes Amorós y Adela Serra, han renunciado a sus respectivas delegaciones- Agricultura e Igualdad, Policía y Comercio.

No obstante, han sido contundentes al afirmar que no van dejar su acta de concejal, continuando como ediles del Ayuntamiento, “se abre un abanico muy amplio, del que no descartamos ninguna posibilidad- en referencia a una moción de censura, pasarse al grupo mixto, etc”, comenta el edil del PP, Juan Carlos Pedrosa.

Los ediles insisten en que con sus abstención no corre peligro ni el centro de mayores ni la Escuela Oficial de Idiomas, como ha querido dejar caer la alcaldesa popular, Celia Lledó. “Finalmente, no abstuvimos, porque tuvimos conocimiento de la misma dos días antes del Pleno, y entre la alcaldesa y los ediles de Hacienda, Patrimonio y Turismo, habían decidido repartir el dinero sin negociar con el resto”, añade Pedrosa.

Antecedentes

Ha sido esta decisión la gota que ha colmado el vaso de una situación “insostenible desde el congreso provincial del Partido Popular”, comenta Virtudes Amorós.

Desde octubre de 2008, cuando Celia Lledó, “sin consultar con nadie avala la candidatura de José Joaquín Ripoll, como presidente provincial del Partido Popular”, comenta Richart.

Ocho ediles del equipo de gobierno muestran su disconformidad con esta propuesta- entre ellos Francisco Abellán y José Tomás Peralta, que finalmente se sumaron al grupo de apoyo a Lledó- y le explican que el PP local debería avalar al candidato campistas, Manuel Pérez Fenoll, “por ser más beneficioso para los intereses locales, ya que estaba en juego la Plaza de Toros, el palacio de Justicia, y la ampliación del Centro Sanitario Integrado”, continúa Juan Richart.

 Es entonces cuando se abre una lucha interna de “estas conmigo o contra mi. Y apunta la alcaldesa que si no apoyamos a Ripoll estaremos haciendo un acto de deslealtad”. Señala que tras aprobar la asamblea local a Ripoll como presidente, Celia Lledó, inicia una caza de brujas, señalando a Juan Carlos Pedrosa y Virtudes Amorós como instigadores de la división del equipo de gobierno y solicitando la expulsión de Juan Carlos Pedrosa del mismo, así como la retirada de la tenencia de alcaldía a Adela Serra y José Joaquín Oliva. Según relata Juan Richar, al comprobar que el resto de ediles apuesta por el diálogo en lugar de iniciar luchas internas, comienza a ocultarles información, que deriva en la abstención de Juan Richar, Juan Carlos Pedrosa y Adela Serra, en una Junta de Gobierno, en la aprobación de varios proyectos de Plan E. Lledó contesta a esta abstención con la expulsión de la Junta de Gobierno Local de los tres. Más tarde les retirará la firma en sus respectivas delegaciones- ha sido la primera edil que delegó su firma en sus concejales-, al gestionar que fuese la Generalitat la que asumiese la torre del orejón y la Escuela Oficial de Idiomas en lugar de ser sufragados con los fondos del Plan E y finalmente les ha quitado las delegaciones.

“Su error ha sido el no diferenciar la gestión municipal y la gobernabilidad del Ayuntamiento de lo que son asuntos de partido. Nosotros siempre nos hemos opuesto a las formas de Celia Lledó, porque todo lo hace por imposición, con una actitud de ordeno y mando. La única persona que puede unir al grupo, al equipo de gobierno, es la alcaldesa, pero se ha equivocado en la táctica de debilitar al equipo de gobierno y al PP, con mentiras, ocultando información y desprestigiado el trabajo de sus propios concejales”, apunta Juan Richart.

Una hora después de firmar el decreto de retirada de delegaciones a los tres ediles, Celia Lledó, les cortaba la línea telefónica y han cambiado la cerradura del despacho de Juan Carlos Pedrosa, según comentan. No obstante, insisten en que no van a dejar su acta de concejal, “porque la carta que enseñó como que renunciaríamos si no contaba con nuestra confianza, no tiene validez alguna. Nos hizo firmar el finiquito antes de iniciar el trabajo, esa es la confianza que tenía”, señala el concejal popular, Juan Richart.

Sobre la asamblea para elegir presidente local del PP, los ediles campistas, siguen pensando en la necesidad de buscar un candidato de consenso, que aúne las dos fracciones del PP.

Insisten en que cuentan con el apoyo de la ejecutiva regional y lamentan las declaraciones realizadas por el presidente provincial, José Joaquín Ripoll, sobre ellos, “somos todos militantes del PP y nunca se ha preocupado por mediar y poner paz en la asamblea de Villena, por lo que nos extraña las declaraciones efectuadas”.

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