#SíALaLOMCE. Una ley para garantizar el futuro de los jóvenes

  • 24 octubre, 2013
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La educación española puede mejorar y lo puede hacer de forma notable con la LOMCE (Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa) y para eso basta con recuperar aquellos principios que jamás debieron ser desterrados del sistema educativo, como la cultura del esfuerzo, la equidad y la transparencia. Lamentablemente este debate está terriblemente ideologizado, interesado y sesgado y aunque es impropio por la importancia y la naturaleza de la materia, ya nos tienen acostumbrados aquellos que pretenden ganar en la calle lo que no les dieron las urnas mediante la agitación, la difamación, la mentira y el propagandismo.
Reformar el sistema educativo español mediante la LOMCE es una necesidad y lo es por cosas como estas:
– Las 6 leyes educativas socialistas no fueron consensuadas y han sido un absoluto fracaso según el Informe PISA.
– Los malos resultados del sistema educativo socialista se han traducido en un alto desempleo juvenil.
– Uno de cada 4 alumnos españoles abandonaba sus estudios con las leyes socialistas.
– La LOMCE tiene como objetivos promover una enseñanza de calidad, frenar el abandono y disminuir el desempleo juvenil.
– Con la LOMCE el rendimiento de los alumnos mejorará, buscando la igualdad de oportunidades, no de resultados.
– Con la LOMCE se aumenta un 20% el presupuesto en becas y ayudas a jóvenes que lo necesiten.
– Se pone en marcha un sistema que evalúa detectando a tiempo las dificultades del alumno, evitando que repita y eleve su coste.
– La peor segregación es dejar al 25% de los alumnos sin recursos sin Educación, el nuevo sistema frena este problema.
– La Oposición, con sus enmiendas a la totalidad, ha bloqueado el acuerdo sin alternativas constructivas.
– Con una inversión superior a la del resto de países de la OCDE, la tasa de desempleo juvenil supera el 57%.
– Pese a invertir un 21% más en Educación que el resto de Europa, el 23% de los jóvenes españoles no estudian ni trabajan.
– Se valorarán las necesidades de los centros y los alumnos sin promover una equidad de resultados académicos.
– La función del docente se valorará positivamente y reconocerá su profesionalidad en las aulas.
– La Formación Profesional se fortalece para garantizar la empleabilidad de los alumnos que opten por otras salidas profesionales.

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