Verdes de Europa reclaman audacia y coherencia en la COP30 de Belem

Belem (Brasil) acoge la Cumbre del Clima COP30, un encuentro decisivo en el que líderes mundiales buscan acuerdos para frenar el cambio climático. Desde Verdes de Europa subrayamos la necesidad de que esta cita internacional se traduzca en compromisos reales y coherentes, alejados de la especulación económica y centrados en el respeto al medio ambiente.

La urgencia es evidente: en 2024 las emisiones de CO₂ alcanzaron un récord histórico de 57,7 gigatoneladas, un 2,3% más que en 2023. Este incremento se refleja en el aumento de la temperatura global y en fenómenos extremos cada vez más frecuentes. Nuestra región mediterránea lo sabe bien: la reciente DANA, con 229 víctimas mortales y graves destrozos, es un ejemplo doloroso de cómo la crisis climática golpea con fuerza a los territorios más vulnerables.

En Belem se debatirán cuestiones clave como la deforestación y pérdida de biodiversidad, la transición hacia una economía baja en carbono, la gestión sostenible del agua, la movilización de más de un billón de dólares anuales para acción climática, y el papel de la innovación tecnológica. La voz de la sociedad civil y de los pueblos indígenas será protagonista, algo que consideramos esencial para avanzar en la lucha contra la emergencia climática.

Desde Verdes de Europa advertimos que la llamada “transición energética” no puede convertirse en un expolio de tierras ni en un negocio especulativo. En municipios como Villena, la agricultura, el paisaje y el turismo se ven amenazados por proyectos fotovoltaicos mal planificados que transforman espacios naturales singulares en superficies irreconocibles. No podemos hablar de nuevas rutas turísticas o de desarrollo sostenible si nuestro territorio queda cubierto por placas solares sin orden ni respeto ambiental.

Por ello, reclamamos que los trabajos de la COP30 se orienten hacia una planificación justa, ecológica y democrática, que priorice la regeneración de espacios naturales y la ordenación territorial. Solo así podremos garantizar que la transición energética sea realmente una oportunidad para las personas y para el planeta.