Un año de emociones, tradición y aprendizaje

En Villena, las fiestas no empiezan el 4 ni terminan el 9 de septiembre. Se viven todo el año, se preparan en cada comparsa, en cada casa. Para Itziar Montesinos, de 24 años, graduada en Farmacia y que trabaja en una farmacia de la ciudad y Alejandra Mira,que va a estudiar en los Salesianos Sexto de Primaria y practica calistenia en la ermita de San Bartolomé y el baile. Para las dos ha sido un viaje de emociones irrepetible.

Montesinos indica que “fue justo el año pasado cuando me gradué cuando empecé trabajar fue cuando le dije a mis padres que yo quería ser Regidora”.
Las fiestas serán emotiva para las dos, pero hay actos que los van a vivir con gran intensidad. Piensan que el toque del bombo será uno de los momentos más emocionantes que vivirán estas fiestas”.
Itziar indica que “es impresionante vivirlo desde fuera, imaginaté desde dentro y este año tendré esa oportunidad”. “También espero los desfiles”, añade. “Cuando sales desfilando hay muchas comparsas que no puedes ver y que pase la mia va a ser una gran momento”.

Alejandra indica que será la primera vez que vea la salida de la Banda Municipal de Música. Es mora vieja y, otros años, cuando la Banda Municipal de Música empieza, ella está formando con su comparsa. Además de este momento, otro será: “Desfilar contigo, desfilar las dos (refiriéndose a Itziar)”.
A las próximas Regidoras les dan unos sencillos consejos. Alejandra les recomienda que
“que disfruten al máximo, que se pasa volando. Que no se pierdan nada y vivan cada acto con intensidad. Mientras que Itziar les recomienda que lo disfruten desde ya. “Desde la foto que se hacen, porque también son emocionantes las primeras semanas. Hay incertidumbre porque no sabes si seras o no, pero ya estás viendo los actos en que ahora estamos nosotras, y pensando que tú puedes estar”.

P. Ha pasado casi un año desde aquella llamada que lo cambió todo. ¿Cómo recordáis ese momento?
Itziar. Lo recuerdo como un día muy emotivo, muy fuerte. Fue un conjunto de emociones increíbles. Te levantas sin saber qué va a pasar, con los nervios a flor de piel.
Desfilé en la diana y luego me fui a almorzar, como si fuera un día normal, pero en el fondo sabes que puede ser un día que marque tu vida. Y así fue. Cuando recibí la llamada, todo cambió en un segundo.
Y aunque la llamada fue emocionante, lo fue más cuando vio la gente. Llegué a pensar que era una broma, me quedé callada unos segundos, porque pensé que no era verdad.
Estaba sola con mis padres, mi hermana, mi abuela y mi novio. Fue una decisión muy personal presentarme, tenía miedo porque era la primera vez. Pensaba que no saldría elegida. Eso es algo que ahora me arrepiento un poco.
Cuando empezaron a llegar familiares y amigos a casa, entendí lo que significaba realmente. Ver a tanta gente esperando en la puerta fue emocionante.

P. ¿Qué significa para vosotras ser regidora en Villena?
Itziar. Es una mezcla de orgullo y responsabilidad. No es solo llevar un título, es representar a tu ciudad, a tu gente, a su tradición. Desde que me gradué en Farmacia, decidí que quería involucrarme más en mi entorno y ser regidora fue la forma de hacerlo.
Alejandra. Para mí, ser regidora es vivir las fiestas desde otro punto de vista. Este año me ha hecho valorar todo el trabajo que hay detrás de cada acto. No son solo los días grandes; es todo un año de preparación, de pequeños momentos que te cambian.
Yo antes veía las fiestas como algo que ocurría del 4 al 9, pero ahora sé que son todo el año. Hay ensayos, actos, preparaciones. Vivirlo tan cerca te hace consciente de que cada detalle cuenta.

P. De todo este recorrido, ¿qué está siendo lo más bonito?
Itziar. Las personas. Las que conoces nuevas, las que te llevas para siempre. Me ha encantado hablar con directivas, con gente de comparsas, cómo viven ellos, ver cómo trabajan para que todo salga bien. En primera persona, las he vivido desde cerca. Pero, ver otras formas de hacer, me ha gustado mucho.
Alejandra. Coincido. He podido hablar con mucha gente.Y me llevo a las personas sobre todo.

P. ¿Qué hace que las fiestas de Villena sean tan especiales?
R. Itziar. La gente. El ambiente. Las ganas que tenemos. La emoción la hacemos las personas. Si a los villeneros no nos gustaran tanto nuestras fiestas, no serían lo que son. Los desfiles, las tribunas, la gente volviendo a Villena… todo forma un conjunto que solo aquí se vive así.
Alejandra. El ambiente y las personas. Cuando se empiezan a preparar las tribunas y con los percheros llenos…. ya empieza la fiesta.

P. Este año habéis visto las fiestas desde una perspectiva muy distinta. ¿Cómo ha cambiado vuestra manera de verlas?
Alejandra. Ahora las vivo más cerca. Te das cuenta de que cada acto, por pequeño que parezca, lleva un trabajo enorme detrás. Y cuando sabes lo que cuesta, lo valoras mucho más. Y también te das cuenta la cantidad de actos que hay,
Itziar. También entiendes que la fiesta no es solo del 4 al 9 de septiembre. Es todo el año: Ecuador, presentaciones … Al final, estás todo el año en modo fiesta.

P. Este año lo habéis vivido juntas. ¿Qué habéis aprendido una de la otra?
Itziar. Nos conociamos de antes porque yo era su monitora en el Centro Juvenil. He aprendido que la madurez no depende de la edad. Alejandra me ha enseñado que una niña puede sentir, emocionar y expresar tanto o más que un adulto. Alejandra es la tranquilida. Cuando yo estoy muy nerviosa, me ha dado tranquilidad en momentos de nervios.
Alejandra. Itziar me ha enseñado responsabilidad y que las fiestas se pueden vivir de muchas formas.