Hasta siempre Eleuterio

  • 16 mayo, 2025
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Hasta siempre Eleuterio

La última vez que Eleuterio Gandía se sentó en la redacción de este periódico fue en el mes de febrero. Compartía entonces la ilusión que le hacía ser pregonero de las Fiestas del Medievo, mientras evocaba con emoción sus paseos por las calles de Villena junto a dos de sus grandes amigos: Pedro Marco y Alfredo Rojas.

“Lute”, como lo conocían cariñosamente, enfrentó con entereza la enfermedad de Parkinson. Con una tenacidad admirable, se valió de todas las herramientas a su alcance para frenar su avance. Mientras el trastorno neurodegenerativo intentaba limitarlo, él respondía con más fuerza: dirigió el curso Metodología de la investigación, comenzó a escribir un libro junto a su hijo y retomó proyectos que, dos años antes, creyó tener que abandonar. El Parkinson no pudo con él, pero finalmente fue el corazón el que detuvo su incansable actividad.

Resumir los logros de Eleuterio Gandía es tarea ardua y, seguramente, incompleta. No hubo ámbito de la vida social, festera o cultural de Villena en el que no dejara su huella. Desde su papel como presidente de la comparsa de Labradores hasta su labor investigadora y literaria, tanto como poeta como ensayista.

Eleuterio Gandía Hernández (Villena, 30 de octubre de 1952 – 16 de mayo de 2025) fue doctor en Sociología por la Universidad de Alicante. Doctor en Sociología en el programa de Marketing y Publicidad. Fue jefe de servicio de la oficina de Comunicación, Marketing y Publicidad de la Universidad Miguel Hernández de Elche (años 2003 y 2004), director-gerente del taller de Imagen de la Universidad de Alicante (años 2000 a 2003) y jefe del gabinete de estudios de la dirección territorial de la Consellería de Sanidad en Alicante desde 1988 hasta el año 2000. También fue Técnico de la Unidad de Comunicación del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales de la Universidad de Alicante. Profesor colaborador honorífico del departamento de Salud Pública, Historia de la Ciencia y Ginecología de la Universidad Miguel Hernández de Elche y profesor colaborador de la unidad docente de Matronas de la Escuela Valenciana de Salud Pública.

Obtuvo varios premios literarios y fue ponente en numerosos cursos, jornadas y congresos. Escribió en revistas de ámbito provincial como Algibe, Algaria, Al-Tarig, Villena, etcétera. Publicó Balbuceos (Premio Acentos de Poesía 1981), La luz acariciada (Premio Albacara, 1983), Memoria del aire y Tiempo hostil. En 1990 fue premiada su obra Afilando la dicha en el concurso de cuentos Villa de Ibi. La Fundación Municipal “José María Soler” de Villena, publicó en 2007 su libro Diccionario villenero (Vocabulario de frases hechas y dichos no incluidos en el Diccionario de Soler). En 1989 obtuvo un accésit honorífico del Premio de Poesía Juan Bernier del Ateneo Casablancacon su obra Memoria del Aire.

En el ámbito de la investigación, dejó obras de referencia como Cien años de teatro en Villena (1838-1938), Los juegos de la segunda infancia en Villena y Siete siglos de hospital en Villena, consideradas hoy bibliografía esencial para historiadores y docentes. O la más reciente Francisco Cerdán, médico: la biografía del villenense más relevante del s.XVIII.

El 17 de febrero de 2024, el Ayuntamiento de Villena le concedió el Diploma de Servicios Distinguidos a la Ciudad y dio su nombre a la sala de estudios de la biblioteca municipal “Miguel Hernández”. En un acto multitudinario, el cariño popular quedó patente. El alcalde lo definió como «impulsor de nuestras señas de identidad».

Reacciones

Las muestras de condolencia y pesar por el fallecimiento de Eleuterio Gandía no se han hecho esperar. Minutos después de que se conociese la noticia las redes sociales se llenaban de mensajes de cariño hacia él y su familia.

Alcalde

El alcalde de la ciudad, Fulgencio Cerdán, expresaba su dolor en la redes sociales con estas palabras:

“A pesar de los cientos de velas que manteníamos encendidas, la tuya hoy ha dejado de quemar.

Tan incansable, tan osado, tan constante, tan dispuesto, muy complicado destacar tus dotes. Me siento incapaz de plasmarlo de una forma digna. Tras la noticia no estoy en mi momento más lúcido, es más, opino que no es necesario reiterar algo que saben quienes te conocieron y tuvieron la oportunidad de compartir contigo confidencias, trabajo e ilusiones.

Amigo Lute, enormemente contento de haberte conocido y haber compartido contigo proyectos e ilusiones hasta casi el último suspiro. Me consta que tu marcha deja un profundo surco en los tuyos más cercanos, y en los menos, y también en todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerte.

Desde aquí no pretendo más que decirte adiós y desearte que la tierra te sea leve, satisfecho de decirte lo que ya te dije cuando aún podía. A pesar de conocernos tarde y la diferencia generacional, has sido un gran amigo, gracias por estar ahí, por tus consejos, por estar cerca siempre, he sido un afortunado.

Te quiero. ❤️

Se espera que mañana se abra la capilla ardiente en el tanatorio y que el domingo se celebre su entierro en la iglesia de Santiago.

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