ASAJA Alicante moviliza a los agricultores para que participen en el acto de protesta por el agua y el mantenimiento del regadío

Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante convoca a todos los agricultores de la provincia de Alicante a participar en la protesta que se organizará el sábado a las 12.00 h en el Auditorio de Monforte para impedir que eliminen el 50% la superficie de regadío del Medio Vinalopó y demandar medidas eficaces que palien el déficit hídrico. Urge la implicación de todos los productores agrícolas y la sociedad civil, en general. Los políticos no pueden obviar sus funciones y deben frenar el atropello, que supondría la pérdida de 230 millones al año en el valor de la producción agrícola.  

El Plan Hidrológico de la Cuenca del Júcar no contempla 18.000 Ha de regadío, lo que implicaría su desaparición. Este hecho es especialmente grave, ya que acabarían con el 50% de la superficie de regadío en la comarca del Medio Vinalopó, al pasar de 19.000 has a sólo 9.000 has. El documento, que ha sido elevado al Consejo del Agua, contempla otras omisiones y errores y no se han incorporado las peticiones que han efectuado agricultores y regantes. La organización agraria ASAJA Alicante denuncia que no se pueden elaborar planes de cuenca sin tener en cuenta las autonomías afectadas, la posición de los gobiernos autonómicos y los usuarios, por las consecuencias directas que tiene sobre ellos sus decisiones. Ante las numerosas injusticias que se están cometiendo y para que no se apruebe el citado documento, la organización agraria insta a todos los productores de la provincia a participar en la protesta que tendrá lugar el próximo sábado a las 12.00 horas en el Auditorio de Monforte, convocada por la Junta Central de Usuarios.

Durante el acto, se firmará un manifiesto y ASAJA Alicante ya advierte de que ésta sólo supone una de las primeras medidas que se pondrá en marcha para frenar el documento del Plan de Cuenca del Júcar, que perjudica notoriamente a las economías de determinados municipios. “Los agricultores se han convertido en todo un ejemplo en el uso sostenible de los recursos hídricos costeando la modernización de los regadíos y ahora les amenazan con la desaparición de sus cultivos. Eliminar la superficie agraria, no permitirá ahorrar en agua, sino que es una grave injusticia y sólo puede llevarnos a la crisis. Lo único que están intentando es esconder la incompetencia y el rotundo fracaso que están protagonizando en la gestión del Júcar-Vinalopó con los cambios en la tomas y los incesantes errores que están cometiendo. No necesitamos más tonterías, sino que reconozcan el déficit estructural de agua que sufren nuestras tierras y aprueben medidas efectivas para paliarlo. Hasta que no reconozcan en el documento que hay, al menos, un total de 48.402 hectáreas de regadío en el Vinalopó, l´Alacantí y la Marina Baja, permaneceremos en píe de guerra”, anuncia el presidente de la organización, Eladio Aniorte.

Para anular la propuesta actual del Plan del Júcar, la organización está participando en la elaboración de un estudio técnico en el que se concretará la importancia de los usos del agua del Júcar-Vinalopó para el consumo urbano, el industrial y el regadío de todos los cultivos. Debe reconocerse que la conducción del Júcar-Vinalopó pueda servir para todos los usos y todos los cultivos y que pueda proporcionar agua a un precio asumible. En la actualidad ronda los 60 ctm/m3 cuando los agricultores no pueden pagar por esta agua más de 20 ctm/m3. El citado informe, además, será utilizado para demandar daños y prejuicios si llegará a aprobarse el documento. Según estiman los Servicios Técnicos de la organización, esta decisión supondría la pérdida de 230 millones de euros al año sólo en el valor de la producción agrícola.

“Con la actuación que están desarrollando, parece que no les importa nada perjudicar a una comarca entera. Este infortunio posee la máxima responsabilidad política. La agricultura es una máquina que proporciona energía económica. Estabiliza sectores económicos, como la logística o transporte, que están sufriendo las consecuencias de la severa crisis que padecen otros sectores como el de la construcción. Todos los agricultores, ciudadanos y políticos deben unirse para defender nuestra producción agroalimentaria.  

Empeñarse en debilitar el sector hortofrutícola sólo nos llevará al desastre económico. Por tanto, deben seguir el ejemplo de actuación que está teniendo Francia e intervenir para fortalecer el trabajo que desarrollan los agricultores combatiendo la continua subida de los costes de producción e impidiendo que, gracias a la especulación, siempre caigan en picado los precios que perciben los agricultores”, concluye Aniorte.