Las campañas sobre recogidas de excrementos caninos propuestas por estudiantes de la Universidad de Murcia, disponibles en la biblioteca Miguel Hernández

  • 12 febrero, 2018
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Las campañas sobre recogidas de excrementos caninos propuestas por estudiantes de la Universidad de Murcia, disponibles en la biblioteca Miguel Hernández

Las campañas sobre recogidas de excrementos caninos propuestas por estudiantes de la Universidad de Murcia, disponibles en la biblioteca Miguel Hernández
En noviembre del año pasado se informaba de la realización de este ejercicio práctico en el que han participado alumnos y alumnas de la asignatura optativa “Nuevas tendencias en Comunicación Publicitaria” que se imparte en cuarto curso del Grado de Publicidad y Relaciones Públicas. Tras la catalogación y el archivo de una selección de estos materiales, ya se pueden consultar en la biblioteca pública.
Según explica Salvador Martínez Puche, profesor responsable de las prácticas, “es una manera de dar visibilidad y hacer accesibles unos trabajos académicos centrados en una experiencia local que puede tener cierto interés para la ciudadanía”. Al mismo tiempo, se convierte en una contribución que ofrece “aportaciones alternativas con la visión fresca de los futuros profesionales de la publicidad”.
A partir de las particularidades de la campaña de “La Abuela Virtu”, el proceso formativo se articuló en dos fases. La primera consistió en la realización de un breve diagnóstico de la situación mediante un análisis DAFO-CAME para detectar debilidades y corregirlas; advertir amenazas con el fin de afrontarlas; confirmar fortalezas con la intención de mantenerlas; y descubrir las oportunidades con el propósito de saber explotarlas.
Posteriormente, la información recabada sirvió para preparar un briefing, un documento guía, en el que se sustentaba cada una de las campañas. La segunda etapa definía y materializaba el concepto creativo, la estrategia, los objetivos y los medios de difusión, aprovechando las nuevas tecnologías y los formatos publicitarios más actuales.
La evaluación se llevó a cabo contabilizando las puntuaciones de los alumnos, las alumnas y del docente, atendiendo a cuatro criterios: originalidad y creatividad, adecuación de las campañas a la nueva publicidad, calidad de las presentaciones y materiales utilizados, así como el cumplimiento a bajo coste de los objetivos previstos.
Finalmente se han elegido para su catalogación seis de los trece trabajos grupales expuestos en clase, que obtuvieron las mejores notas. No hay ninguna campaña sobresaliente, pero sí poseen notables elementos a destacar y tener en cuenta. A pesar de alguna posible carencia, “su utilidad y validez es indudable, no sólo como actividad educativa innovadora sino como proyecto comunicativo viable”, asegura Martínez.

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