“Lo más difícil a la hora de organizar las Fiestas del Medievo ha sido arrancar”

  • 11 marzo, 2022
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“Lo más difícil a la hora de organizar las Fiestas del Medievo ha sido arrancar”

Tas el parón sufrido por la pandemia, las Fiestas del Medievo vuelven a llenar las calles del Rabal de vecinos de Villena y de otras poblaciones. La celebración cumple 20 años de historia  con una proyección que nadie podía imaginar, pero con un mismo objetivo: salvar el casco histórico.

P. Las Fiestas del Medievo empezaron hace 20 años como Mercado Medieval ¿Echando la vista atrás el cambio ha sido más que significativo?

R. El avance es brutal. Lo más fácil para darte cuenta de ello es comparar el programa de actos de los primeros años y el actual. Ocupa seis veces más.

P. Esta vigésimo edición va de homenajes, a quien inició el Mercado Medieval -el presidente de la asociación de vecinos, Ángel Giner y a quien ya no está, a Pedro Marco ¿Es la cara y la cruz?

R. Si, homenaje a Ángel Giner que inició todo esto junto a su directiva y a Pedro Marco que ya no está este año junto a nosotros y que es un alma del Medievo. A Pedro lo vamos a tener en la mente y el corazón.  Las personas siguen vivas mientras siguen en la memoria de quienes estamos aquí y en este sentido, Pedro Marco va a estar muy vivo en las Fiestas del Medievo porque va a estar en nuestros pensamientos

P. Los preparativos de las Fiestas del Medievo comenzaron cuando la sexta ola con la variante Omicron empezaba su escalada ¿Cómo se toma la decisión de seguir adelante en esos momentos?

R. Habíamos empezado antes a preparar alguna cosa, pero cuando llegó Omicron fue un jarro de agua fría. Entonces teníamos que decidir si seguíamos adelante o dábamos las fiestas por pérdidas un año más. La decisión fue seguir con los preparativos aunque teníamos muchas posibilidades de que no se pudiesen hacer, pero que por nosotros no quedase. Trabajamos en un momento, en el que la tormenta nos llevaba de lado a lado. Y, a pesar de eso, yo creo que las fiestas van a salir bien con las condiciones sanitarias que tenemos actualmente.

P. Ahora que parece que la curva en la incidencia del coronavirus desciende ¿Se ha observado una mayor implicación por parte de los participantes?

R. La frase es que hay ganas de Medievo. La gente necesita recuperar las fiestas. Por suerte, la semana anterior se podrá disfrutar de un desfile con motivo del Ecuador Festero y la semana siguiente lo podremos hacer con unas Fiestas del Medievo casi normales.

P. ¿Cómo se van a acatar las medidas sanitarias impuestas por el coronavirus?

R. Fundamentalmente se basa en la utilización de mascarillas en espacios públicos y además se han creado itinerarios para evitar aglomeraciones.

P. Las Fiestas del Medievo fueron las últimas en el calendario de 2020 y poco después la pandemia se adueñó de todo el globo terráqueo, aunque es cierto que en aquellas fechas ya se oía hablar de lo que venía de China.

R. Era inimaginable para todos lo que nos venía encima. Ni siquiera las autoridades sabían lo que llegaba. De hecho ese fin de semana hubo manifestaciones, mítines, partidos de fútbol… Cuando terminaron las Fiestas del Medievo, nosotros lo pasamos mal. Cuando vimos todo lo que se nos venía pensamos en qué consecuencias podría tener el Medievo. Por suerte, no pasó nada más grave de lo que pasó en el resto de España.

P ¿Qué ha sido lo más difícil de organizar?

R. Lo más difícil ha sido arrancar. Somos una asociación pequeña. Somos una asociación de vecinos del barrio en el que, seguramente, menos gente vive en Villena. Mientras vas pedaleando, la bicicleta avanza pero cuando te paras, arrancar cuesta. Y nos ha costado arrancar después de este parón. Y hay gente que se cae por el camino.

Una vez que hemos empezado a trabajar y estamos en este punto, todo empieza a funcionar con normalidad. Pero, necesitamos una renovación en el Rabal porque nos hacemos mayores.

P. Las Fiestas del Medievo comenzaron hace 20 como un mercado medieval….

R. Prácticamente el 80 por ciento de quienes comenzaron esta aventura sigue en el año 2022. Hay nuevas incorporaciones, pero necesitamos más gente que coja la batuta y tire del carro. Hace falta un relevo generacional.  ¿Llegará?. Espero que sí. Lo cierto es que esto se ha hecho tan grande que para una asociación de vecinos hay cosas que son difíciles de llevar. Todos tenemos que compatibilizar la organización con nuestros trabajos y cada vez son más los permisos y requisitos que se piden.

P. ¿Cómo afecta a la organización esos permisos y requisitos que a fin de cuentas no se ven, quedan en puro papeleo administrativo?

R. El plan de seguridad de este año es impresionante. Es impresionante la cantidad de planos que se han tenido que presentar con la prevención de incendios, planos de extintores, número de aseos según visitantes…. La normativa es muy amplia y son muchos los requisitos que se piden. Al hacerse la fiesta grandes, todas estas peticiones se multiplican.

P. Echando la vista atrás. ¿Alguien podría imaginar que el mercado medieval se convertiría en las actuales fiestas?

R. Nadie imaginábamos que íbamos a tener esta dimensión, que llegásemos a ser fiestas de Interés Turístico Autonómico. Se ha trabajado mucho para innovar, hemos viajado mucho para ver qué se hacía en otros sitios, hemos tirado de imaginación. El éxito creo que radica en la participación, en dar cancha a todo tipo de artistas, a colegios, a distintos colectivos. Hemos crecido mucho pero, a veces, la escalera se hace muy alta.

P. El Mercado Medieval se creó para dar visibilidad al barrio del Rabal ¿Después de 20 años se mantiene el objetivo?

R. El objetivo sigue siendo el mismo. El objetivo es que Villena mire a su casco histórico, que hace 20 años estaba totalmente abandonado. Pensamos que el Medievo consigue esa función, aunque solo sea estas semanas previas y posteriores.

P. La Asociación de Vecinos del Rabal sigue reclamando mejoras para esta zona de Villena. ¿Qué le falta al Rabal para que se le dé el empujón definitivo?

R. Por un  lado, conseguir la casa que te gusta, en la calle que te gusta y al precio que te gusta. Falta que el Ayuntamiento se implique en marcas las normas en determinadas zonas del barrio. Son pocas, pero en algunas zonas hace falta que se cumplan las normas.

Hace falta que el Ayuntamiento no obstaculice las licencias de obras para poder construir y que ayude a gestionar o solicitar cualquier ayuda para la rehabilitación de casas. En el casco histórico resulta caro construir y son necesarias estas ayudas que otras poblaciones, como Bocairent, sí tienen.

Hace falta que el ayuntamiento facilite todo, que cuando decides comprarte una casa en el casco histórico te cueste lo menos posible económica y administrativamente. Y después, que la convivencia en todas las calles sea normalizada.

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