La asociación de trabajadores penitenciaros TAMPM califica la prisión de Villena como” la más peligrosa de España”

  • 17 agosto, 2021
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La asociación de trabajadores penitenciaros TAMPM califica la prisión de Villena como” la más peligrosa de España”

La asociación mayoritaria de trabajadores penitenciarios “Tu abandono me puede matar” TAMPM, informa que nuevamente se han producido graves altercados en la prisión alicantina de Villena. El lunes 16 de agosto los trabajadores del Centro Penitenciario han vuelto a sufrir violentos ataques contra los trabajadores por parte de algunos de los internos más conflictivos y peligrosos del departamento de aislamiento donde cumplen condena  las personas más peligrosas y que son incapaces de convivir con otros presos.

A las 12 horas del mediodía, un interno estaba realizando una llamada de teléfono, fue reprendido en varias ocasiones por el Jefe de Servicios allí presente para que no fumase en esa zona, pues era un espacio cerrado y estaba prohibido fumar. La reacción de este recluso fue inesperada y de manera impulsiva lanza  el teléfono de la cabina al Jefe de Servicios y se encara a él amenazando y gritando: “voy a hacer lo que me salga de los cojones, o voy a partir por la mitad, maricones de mierda. Ya he matado a un funcionario y me da igual matar a otro”.

Cuando los funcionarios se aproximan a él para tranquilizarlo, este coge una silla de plástico que la Dirección del Centro les coloca para que estén cómodos realizando la llamada y les golpea con una silla en la cabeza  a los dos Jefes de Servicio que en ese momento intentaban dialogar con él. La silla con la que arremetió en la cabeza a los funcionarios impactó, por suerte, en los brazos  al cubrirse estos pero quedó hecha añicos por la virulencia de los golpes que le daba. Como consecuencia de estos golpes, los funcionarios acabaron con poli-traumatismo en los antebrazos y un Jefe con un corte en un dedo por lo que tuvieron que ser asistidos en la enfermería del Centro.

Desde la Asociación se ha solicitado al Director, que habilite cabinas de teléfono en cada galería de aislamiento para evitar episodios como los sufridos ayer. De esta manera los internos más peligrosos no deambulan por las instalaciones y se pueden controlar mejor y sobre todo sin poner en riesgo la vida de otros internos o de los propios funcionarios. Pero el Director hace caso omiso a esta recomendación y expone a sus trabajadores a situaciones que ponen en serio riesgo la integridad física de los trabajadores, sobre los que tiene la obligación legal de velar por su salud.

Ataque a palos

Ya por la tarde, a las 18 horas el mismo departamento de aislamiento, nuevamente los funcionarios tuvieron que vivir otra situación violenta contra su persona al trasladar a un interno que regresaba a su celda tras su paso por el patio. En esta ocasión un interno magrebi de 30 años, que ha protagonizado numerosos altercados y agresiones a otros internos y a funcionarios, aprovecha que se queda junto a los funcionarios para escupir a uno de ellos en la cara. Después se va a su celda coge una escoba y ataca a los funcionarios a quienes muele a palos, patadas y puñetazos. Como resultado, acaban tres funcionarios en el hospital con lesiones diversas en el ojo, frente, pómulos y antebrazos al intentar protegerse de los golpes.

Desde la asociación reclamamos medios de protección para proteger a los trabajadores de este tipo de reclusos tan violentos e impulsivos. En la actualidad un funcionario de prisiones porta como único objeto de protección y defensa un bolígrafo, un walkie- talkie, que muchas veces no funciona.

Incendio de una celda

Pero como ya no hay dos sin tres, por la noche, cuando el número de efectivos es más reducido, un interno de nacionalidad rumana especialmente violento, prende fuego en su celda de aislamiento, usando el colchón y mantas, además de haberse tragado cuatro cuchillas que tenía en su poder y que podía haberlas utilizado para atacar a los funcionarios que fueron a sofocar el incendio.

El único motivo de los destrozos no era otro que salir a darse una vuelta al hospital para ver a las enfermeras, como así contó a los funcionarios. Algo que consiguió, ya que cuando hay ingesta de objetos que pueden causar daños internos se producen salidas al hospital para intentar extraerlos, con el consiguiente peligro para los miembros de la Guardia Civil y para los trabajadores del hospital, al tener que tratar con reclusos tan conflictivos que en muchas ocasiones aprovechan estas salidas para intentar fugas o secuestros.

La prisión más peligrosa

Desde la asociación denunciamos que la prisión de Villena en estos momentos puede ser la más peligrosa de España, debido a las numerosas agresiones de todo tipo a trabajadores, peleas entre bandas, incendios provocados por los propios internos para causar daños físicos y materiales. Culpamos claramente de esta situación a la ineficaz gestión de la Dirección del Centro, que no ha sabido contener los brotes violentos cuando han aparecido y ahora nos encontramos con una auténtico caos, donde la vida de los internos corre peligro, ya que no somos capaces de mantener el orden y disciplina en los departamentos donde residen los internos más conflictivos, unos 400 de los 1.200 que tiene la prisión.

La plantilla no entiende cómo se sigue manteniendo el puesto a este director, ya que no cuenta con el apoyo de los trabajadores y a quien se responsabiliza directamente de la deriva violenta de esta prisión. No obstante, hay que decir que el resto de internos- unos 800- mantienen un comportamiento normalizado y cumplen las normas. Pero se ven amenazados, cada vez más, por el otro 30% de internos conflictivos, que en muchas ocasiones coinciden con ellos en los departamentos. Y es que cada vez es más difícil  o imposible salvaguardar la integridad física y la vida de los internos a quienes tenemos la obligación de proteger.

Seguimos sin ser considerados agentes de autoridad. Consideración que vemos indispensable para poder ejercer nuestro trabajo con garantía jurídica, ya que el nuestro es un trabajo donde mantenemos a personas privadas de libertad por orden o mandamiento judicial, y como es lógico, nadie en su sano juicio dese estar recluido, de ahí viene nuestra intrínseca dificultad. El tener que gestionar personas, organizar su vida o intentar devolverlas a la sociedad en mejores condiciones que entraron. Y con el clima actual en la prisión de Villena lo vemos imposible. De   ahí que no entendamos que desde los dirigentes del Ministerio de Interior no se ponga remedio a esta escala de violencia y descontrol institucional

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