Aviana en Montesa

  • 18 noviembre, 2019
  • Comentarios
Aviana en Montesa

El día fue amaneciendo mientras 65 socios de Aviana nos desplazábamos en autobús, todo completo, hasta la localidad de Montesa. Inicio de nuestra ruta de hoy. El día era fresquito pero despejado y sin viento.

Una vez nos dejo el autobús en las cercanías del castillo de Montesa (siglo XIV), realizamos una  breve visita a éste. Los primeros rayos del sol golpeaban las impresionantes formaciones rocosas y  los restos de las murallas que lo conforman. Se puede uno imaginar lo grandioso que debió de ser este castillo, centro de la Orden de Montesa. Destruido parcialmente por un terremoto el 23 de marzo de 1748 y posteriormente abandonado.

Después  iniciamos el ascenso a la sierra de La Plana por un amplio camino forestal que en constante subida alcanza su cresta. Ese tramo está desprovisto prácticamente de arbolado, aunque cubierto por un denso matorral (romeros, lentiscos, enebros, tomillos coscojas…).

Una vez se vislumbra la cresta de la sierra, aparece una línea de bosque de pino carrasco, especie que cubre densamente toda su cara sur. Bajamos desde aquí por otra pista más estrecha, que en amplios tramos y debido a la erosión del agua,  se muestra desnuda, en roca viva.

Llegamos hasta un nuevo castillo. El castillo de la Encomienda de Enguera ( siglo IX )  , de origen árabe, demolido en 1365 por orden de Pedro IV “El Ceremonioso” que junto con el terremoto de 1748  y los elemento contribuyeron a su ruina, estado en el que se encuentra actualmente. A continuación realizamos una visita al poblado Ibero de “Cerro Lucena” (siglo IV a.c.). Volviendo sobre nuestros pasos tocaba la habitual  parada para el almuerzo.

Después de recuperar fuerzas, realizamos un recorrido por los senderos de  “La Umbría – La Plana”. Primero por un largo tramo de fuerte pendiente, para después continuar un constante sube y baja más suave. Este trayecto está cubierto por una densa vegetación, tanto arbustiva, como arbórea y de lianas, destacando notables ejemplares de buen porte de lentisco, los brezos en flor y la abundante zarzaparrilla trepando por los pinos. También en flor, ofreciendo sus fragancias, se encontraba las ajedrea, el tomillo la pebrella y el romero.  

Por este sendero hemos terminado entrando en Enguera por la fuente de La Mota, hasta llegar donde nos esperaba  el autobús e iniciar el regreso a Villena.

En total han sido unos 14 Km. recorridos, con un  desnivel acumulado de cierta exigencia (570 m), por un paraje sorprendente, lleno de historia y naturaleza, entretenido y variado que nos ha  ofrecido una jornada gratificante entre amigos.

Mavi Pardo Luna

Mateo Hernández Mollá

Para más información gráfica: http://avianavillena.blogspot.com

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *