Nos ha tocado la lotería

  • 9 diciembre, 2016
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Nos ha tocado la lotería

La primera vez que lo ví, lloré. Pero ese llanto  nerviosillo que te da risa, la risa tonta de ver la bola que se va haciendo poco a poco y sin quererlo. LLoré con cada vecino que salía a la calle para hacer realidad la falsa ilusión de Carmina, la profe. Jolines, que si lloré. Especialmente con aquello de “a una madre siempre hay que hacerle caso”.  Y acabando yo de limpiarme el moco, el anuncio ya se había convertido en el centro de los “corrillos” de Whatsapp: que si era el peor anuncio de todos los tiempos, que  si era falso, que si era denigrante…

Y yo me preguntaba qué anuncio había visto esta gente. Vale que yo soy muy de dejarse llevar por el corazón, poco racional y  como analista,  lento, muy lento.  Así que he vuelto a ver el anuncio muchas veces más y la única duda que me surge es si Carmina ciertamente se hace la picha un lío con  el telediario  y piensa que le ha tocado o está viviendo  un dejavu, osea que  realmente  le tocó algún año  y vive en un bucle temporal que empieza cada 21 de diciembre.  Lo que convertiría el  spot  en el primer anuncio de lotería de ciencia ficción. Que no sería de extrañar porque terroríficos ya han hecho unos cuantos, acuérdense si no del de Raphael , la Montse y  su cuadrilla. O alguno del “calvo” que igualmente daba sustito.

El caso es que la situación parece bastante cotidiana: señora jubilada que cuida de un hijo al que al parecer no le van muy bien las cosas y de un nieto enganchado a un móvil, que ni vive, ni siente, ni padece. Y que tiene las santas narices de ver que la abuela la va a liar parda porque se piensa lo que no es y no es capaz de levantar el culo del sofá para sacarla del error. Ese, ese es el que me saca a mí de quicio. Menos mal que al final, medio lo arregla.

Por lo demás, todos hemos  tenido nuestra particular Carmina, la madre, el padre, el abuelo, el hermano que ha deseado  que le tocara la lotería para, además de tapar algún agujero, hacer realidad los sueños de los que quiere y echar un cablecico al que  más lo necesita.  Yo conocí a un Paco, y a una María…Esos son mis Carminas.

Cierto que  no somos ni tan buenos ni tan solidarios. Que en realidad nos hubiera faltado tiempo para llamarla “pobre loca” y hacerle “zasca” con el calendario en toda su ilusión.  Pero, ea, es un anuncio, un sueño, una ilusión, y ya lo dijo Calderón, que “los sueños, sueños son”.

El caso es que ya tenemos otro anuncio  más de lotería que echarnos al lomo, lo que nos recuerda que somos un año más antiguos, que ahora tocará echar de menos otros anuncios típicos de las Navidades, que no volverán. Que la lotería y los turrones en esta época se venden solos, pero parece que sin el lobo,  las muñecas del portal, y los cortometrajes de la lotería…no es lo mismo.

El caso es que…¡cómo me toque mañana!

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